La caja curulis.

Uno no puede ser arquitecto, decorador, diseñador, moderno, o presumir de buen gusto decorando si no cuenta entre su colección personal de objetos con la silla Barcelona que el arquitecto alemán Mies Van der Rohe diseñara mano a mano con la diseñadora Lilly Reich (con la que colaboró más de 10 años) para el pabellón alemán de la Exposición Internacional de Barcelona de 1929 que él mismo estaba desarrollando.

Pero más allá de lo snob que pudiera parecer esto, la silla Barcelona es un hito del diseño industrial. El encargo que había recibido Mies Van de Rohe era el de un pabellón significativo para una Alemania que once años después de la Primera Guerra Mundial comenzaba a levantar cabeza y se alzaba con orgullo sobre sus propias cenizas. La silla es un modo de trono moderno inspirado en la sella curulis romana (en la que tan solo se podían sentar aquellos con mando y gobierno, el César, cónsules, prétores…).

Inspirada en esta pieza histórica está desarrollada esta versión de la caja fuerte Liberty de la casa alemana Döttling, la Liberty Barcelona. Hecha a mano, mide 100x63x53 y está forrada en piel de becerro seleccionada por su alta calidad, con herrajes de acero de alto brillo pulidos, 12 bobinas de precisión, y tres cajones de los que uno está equipado con cojines para guardar diez de tus relojes más preciados perfectamente acomodados en su versión básica. Pesa 300 kilos y su precio comienza en unos 68.000 € y depende de las opciones que el nuevo propietario elija entre las que encontramos los colores de la piel exterior e interior, para que se pueda conjuntar con tu silla Barcelona en tanto que sientes a buen resguardo todas las cosas materiales importantes de tu vida.