Joyas Amulette de Cartier.
El talismán que guarda un secreto.
¿Qué mejor amuleto que un candado con una piedra natural cargada de simbolismo que además es una joya? Con Amulette, Cartier ha convertido en joya el candado y este talismán acoge los deseos cuando se cierra y los libera cuando queda completamente abierto.
La colección Amulette está cargada de simbolismo tanto por su forma circular como por las piedras que Cartier ha seleccionado para encerrar los sueños. Amulette llega cargada de emociones y buenos deseos. Cada joya es un talismán, un candado-promesa que susurra un mensaje secreto.
Cartier ha perfilado el candado con oro amarillo o rosa y lo ha recubierto con piedras naturales y coronado con un diamante en el centro; incluso ha tapizado completamente su superficie en las versiones más lujosas.
Cartier ha trabajado las joyas Amulette con piedras naturales portadoras de buenos deseos. Desde siempre se ha pensado que en el ópalo, el lapislázuli, la malaquita, la cornalina, la crisoprasa, el nácar y el ónice cristalizan virtudes. Tienen poderes mágicos, tienen la fuerza de la esperanza y la ilusión.
El ópalo es una piedra preciosa que se asocia con la felicidad, la malaquita es una gema que da buena suerte, el lapislázuli transmite serenidad, la cornalina nos llena de vitalidad, la crisoprasa es símbolo de plenitud, el nácar ofrece protección y el ónice es la piedra de la fuerza y el coraje. Cada una de las piezas de joyería de Amulette condensa una virtud y de cada una de ellas esperamos que un deseo.
Las joyas Amulette son delicadas y muy refinadas. La nueva colección de Cartier está formada por collar largo disponible en dos tallas (XS y SM), colgante, pendientes, brazalete y anillos. Cartier combina las piedras naturales con oro rosa o amarillo. Sus curvas pulidas acogen el contraste de los materiales y la sencillez se transforma en la elegancia más sutil, más sugerente.
El collar largo es el garante de muchas virtudes porque está formado por ópalos rosa, cornalinas, crisoprasas y diamantes. Las piedras penden de una discreta cadena de oro. Cartier ha creado también otras piezas que tienen más diamantes y en los colgantes, un cordón de oro sustituye a la cadenita. En total son 32 las joyas Amulette con las que Cartier inaugura una colección llena de sueños.
Las joyas Amulette tienen un precio desde 1.620 € a 70.000 €. La pieza más cara es el brazalete de oro amarillo y ónix, engastado con 188 diamantes de 4,85 quilates.
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