Hasta que la muerte nos separe.

El reloj candado y otras esferas alucinantes en la nueva colección de Uno de 50.

Cuentan los joyeros que el reloj sigue siendo el regalo por excelencia en las pedidas de mano. Los regalan las novias a los novios. Esto viene siendo así desde ni se sabe. ¿Cuál es la novedad? Pues que ahora ellas los eligen a su gusto y no al gusto de su futuro, con la descarada intención de hacerlo suyo en cuanto se presente la mínima ocasión. Y es que salvo casos puntuales, los relojes de hechura y talla masculinas son los más femeninos que existen. O los más acordes con los nuevos gustos de ellas.

Es difícil que una joya de Uno de 50 pase inadvertida. Sus tamaños generosos, sus formas orgánicas y la pátina con las que son bañadas ayudan a identificar sin problema cada una de las creaciones de la firma española. Su última colección de relojes se mantiene fiel al espíritu de la casa, así que resultan inconfundibles. Se trata de una serie compuesta por diez modelos fabricados en los materiales estrella de la joyera: cuero y metal bañado en plata de 20 micras. Los diseñadores han querido darles sensación de movimiento y lo han conseguido jugando con esferas de formas geométricas redondas, elípticas o cuadradas en distintos tamaños.

Como de costumbre, las piezas han sido bautizadas con nombres muy gráficos y poco convencionales, tipo “Al momento”, “¿Quedamos?”, “Ya bajo” o el consabido reproche: “Llegarás tarde”. Tampoco podía faltar el candado, elemento diferenciador de entre los símbolos de la casa. Y este diseño, el reloj candado, además de gustarnos a rabiar, se nos antoja perfecto para una pedida de mano…

unode50.com



Lucir

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