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cerrarEl Monaco de TAG Heuer más fiel al original.
El reloj de TAG Heuer que Steve McQueen convirtió en icono vuelve a sus orígenes.
Si comparamos la versión del Monaco de 1969 y el nuevo modelo que ha reeditado TAG Heuer, solo apreciamos algunos cambios, pequeños matices que modernizan el primer cronógrafo automático cuadrado y hermético de la historia de la relojería suiza.
El nuevo Monaco Calibre 11 es prácticamente igual que el modelo que eligió Steve McQueen para lucirlo en la película Le Mans , inspirada en la mítica carrera Las 24 Horas de Le Mans, poco más de un año después de que TAG Heuer lo lanzara al mercado. Desde ese momento, el Monaco se convirtió en un icono.
¿Qué cambia en el nuevo Monaco Calibre 11 respecto al Monaco de 1969? La caja de acero es algo más cuadrada, se cierra con 4 tornillos y está dividida en tres partes –es una novedad que TAG Heuer introdujo en esta colección en 1998-. Los pulsadores son rectangulares y las asas son más macizas; el cristal que utiliza es de zafiro –desde 2009- y el fondo está abierto para que su propietario pueda ver el mecanismo automático con módulo de cronógrafo Dubuis Dépraz.
También percibimos algunos cambios en la esfera. Los contadores cronográficos están más remarcados y el Monaco Calibre 11 registra los 30 minutos a las 9 y los segundos continuos a las 6 horas, mientras que el primer Monaco indica los 30 minutos del crono a las 6 y las 12 horas cronográficas a las 9.
Por lo demás, el nuevo Monaco de TAG Heuer conserva el tamaño de la caja – 39 x 39 mm-, el color azul petróleo de la esfera que es mítico de este reloj, la aguja trotadora en rojo, la corona a la izquierda, la ventanilla a las 6, los índices de las horas horizontales diamantados, el logo vintage de TAG Heuer, la pulsera de piel perforada y la hermeticidad hasta 100 metros.
El primer Monaco fue presentado en sociedad en Ginebra y Nueva York el 3 de marzo de 1969. Jack Heuer decidió bautizarlo con el nombre del Gran Premio de Monaco. Aunque el actor Steve McQueen lo lanzó al estrellato, el Monaco llamó la atención desde el mismo momento de su nacimiento porque tenía algunas particularidades llamativas, inusuales. Fue una primicia la hermeticidad de 100 metros en una caja cuadrada, pero especialmente porque su mecanismo Chronomatic Calibre 11 era el primer cronógrafo automático que se comercializaba en la historia de la relojería.
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