El año de la Luna de A.Lange & Söhne.

Viaja a la Luna con el Terraluna de A.Lange & Söhne, un reloj que no te dejará indiferente.

Hacía 20 años que la Luna no estaba tan cerca de la Tierra como el pasado 10 de agosto. Por esa razón, la pudimos contemplar un 14 por ciento más grande y un 30 por ciento más brillante. Otras dos Superlunas iluminaron el cielo el 12 de julio y el 9 de septiembre y, lamentablemente, este fenómeno no está previsto que  vuelva a suceder hasta el 2034.

Este año también se ha celebrado  el 45º aniversario de la llegada del hombre a la Luna. ¿Quién no conoce la frase de Neil Armstrong cuando pisó la superficie lunar: “Un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la Humanidad?

Todos estos acontecimientos no han pasado desapercibidos para A.Lange & Söhne, que ha rendido a la Luna su particular tributo. Seguro que el satélite terrestre lo sigue celebrando porque el reloj Richard Lange Calendario Perpetuo Terraluna es un monumento en miniatura al astro celeste.

Al contemplar su esfera, la primera pregunta  que salta a nuestra mente es ¿dónde está la Luna? Debemos tener un poco de paciencia. La Luna está oculta en la cara más privada del reloj, pero aunque sea asombrosa, también el rostro público del Richard Lange Calendario Perpetuo Terraluna merece unos minutos de atención.

A.Lange & Söhne ha elegido el diseño ”regulador”, es decir, las agujas están en distintos ejes para que no haya interferencias y sea más fácil  la lectura de las indicaciones horarias. Los reguladores son muy precisos por lo que históricamente los relojeros los utilizaban en sus talleres para ajustar la hora de los relojes que creaban o reparaban. En la esfera del  Richard Lange Calendario Perpetuo Terraluna se dibujan tres grandes círculos para los minutos, las horas y los segundos. Las indicaciones de calendario perpetuo  -gran fecha, el día de la semana, el mes y el año bisiesto -se visualizan a través de  ventanas independientes.

Por el lado del mecanismo, A.Lange & Söhne ha reproducido la Luna en su órbita y, por primera vez en un reloj de pulsera, se indica la constelación de la Luna en relación con la Tierra y el Sol y su progresión a través del cielo. Esta innovación técnica está sujeta a una patente de la firma sajona. Indica  el tiempo exacto que la Luna tarda en estar en la misma posición respecto a la Tierra y el Sol -se conoce como periodo orbital sinódico y es de 29 días, 12 horas, 44 minutos y 3 segundos-. Una aclaración, el Sol no está representado con la imagen a la que estamos acostumbrados pues desempeña este papel el volante, uno de los componentes principales del órgano regulador del mecanismo, el corazón del reloj.

La escenificación del tiempo y la representación orbital de los astros es posible gracias al movimiento de cuerda manual manufacturado por A.Lange & Söhne, formado por 787 piezas  y con una reserva de marcha de 14 días. Los más expertos quizás se pregunten cómo es posible que la energía dure tanto tiempo. La explicación la encontramos en un mecanismo de reajuste de la tensión del par de fuerzas.

Richard Lange Calendario Perpetuo Terraluna está disponible con caja de oro rojo (188.100 €)  o blanco (189.100 €) de 45,5 mm.

 

Más información A.Lange & Söhne



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