Chopard moderniza el L.U.C Regulator.

Los relojes reguladores tienen una gran tradición en Chopard, pero incluso los clásicos necesitan adaptarse a los nuevos tiempos. El nuevo L.U.C Regulator tiene una esfera mucho más limpia y legible y las proporciones de su caja de oro rosa son más armoniosas  -mide 43 mm de diámetro y 9,78 mm de grosor-.

Respecto al L.U.C Regulator  de 2006, del que es un digno descendiente, se ha modificado la tipografía de las indicaciones que ahora es más afilada y refinada, en perfecta sintonía con la elegancia sutil de la que Chopard utiliza  en todos los relojes de la familia  L.U.C.

La esfera plateada satinada con decoración soleil favorece la legibilidad de la gran cantidad de funciones del  nuevo L.U.C  Regulator. Es bastante atípico que un reloj regulador reúna  hasta seis funciones, pero lo más extraño, y ya lo hacía Chopard en el L.U.C Regulator de 2006, es trasladar el indicador de las horas de la posición de las 12, que es la habitual, a las 3 horas para que el hombre  no tenga que tocar el puño de su camisa para consultar la hora.

El diseño de la esfera es simétrico. A las 12 horas, el L.U.C Regulator indica las 9 horas de reserva de marcha y a las 6 horas  contabiliza los segundos. A las 9 horas, el reloj ofrece un segundo huso horario, justamente enfrente del disco horario. La ventanilla de fecha se asoma con discreción, para no alterar el orden impuesto, a la altura de las 4 horas.

El calibre que anima el L.U.C Regulador es  un mecanismo de carga manual que tiene certificado de cronometría COSC y luce el Punzón de Ginebra, el estándar de excelencia que otorga el cantón de Ginebra a la buena factura técnica y estética del reloj en su conjunto. Es destacable la gran reserva de marcha que tiene el reloj, de 9 días, y es posible gracias a sus 4 barriletes.

Por último, Chopard ha ceñido al L.U.C Regulator una correa de piel de cocodrilo marrón cosida a mano con la hebilla en oro rosa, al igual que la caja.