Un mar de joyas.
Las joyas de Ippolita Rostagno causan sensación del verano a la piel en sus piedras y metales tan preciados como preciosos.
Ippolita Rostagno hizo, en los últimos acordes del S.XX, de la joyería un complemento de uso diario y no sólo propio de las ocasiones especiales; desde entonces sorprende con la creatividad de sus diseños y la magia inherente a todas sus piezas pero con su colección de primavera y verano de 2016 ha causado sensación de la campaña a cada una de las joyas que propone.
El mar de joyas que nos propone Ippolita recoge en realidad 5 colecciones en una: Glamazon, que se compone de piezas en oro de 18 quilates; en Lollipop el azul, como color del verano en su cielo y su mar, es el rey, en esta colección encontramos piezas de oro que engarzan preciosas piedras azules como topacios, amazonitas o turquesas; Rock Candy es por su parte una propuesta más dulce e informal que toma forma no sólo en turquesas sino también en madreperla; Senso recoge sensuales piezas en oro y plata hechas a mano que representan la evolución de la creatividad Ippolita; Wonderful es la última de las 5 colecciones, íntimamente ligada a Rocky Candy, aquí las piedras azules se engarzan en plata para componer piezas clásicas y juveniles.
Las joyas son un complemento clásico, histórico nos atreveríamos a decir, pero algunas firmas y algunos diseñadores, como la propia Ippolita Rostagno, se atreven a reinventarlas, a diseñarlas de nuevo sin destruir su esencia pero dotándolas de nuevas formas; es entonces cuando descubrimos colecciones como las que propone Ippolita para el verano que tenemos ya a las puertas de nuestra vida y es entonces cuando recordamos aquello de que los diamantes son los mejores amigos de una mujer… porque quien dice los diamantes dice las turquesas y los topacios, el oro, la plata, las perlas… o una pieza Ippolita.