Insinuación y contrastes. Perspectivas virtuales, impresiones de la mente que acaban convertidas en joyas. La huella de las ciudades, de las experiencias viajeras de un punto a otro del mundo en oro y piedras preciosas, formas concretas, miniaturas joyeras creadas con técnicas artísticas antiguas… Acentos cosmopolitas en anillos únicos con formas, fuerzas y pesos con su propia lógica, pero un mismo equilibrio. 13 anillos para 12 ciudades, dos para Berlín como símbolo de dos urbes, dos parte de un mismo espíritu dividida durante casi tres décadas por el Muro.
La colección de Alta Joyería Cosmora by Kim creada por Catherine Plouchard para Wempe es viajera pues ha recorrido Pekín, Tokio, París, Nueva York, San Francisco, Ciudad del Cabo, Berlín, Londres, Hamburgo, Río de Janeiro, Viena y hasta la Ruta 66 para empaparse, inspirarse… La colección está formada por 13 anillos en los que plasma los símbolos de las ciudades que les dan nombre. Oro en todos los colores, incluso en negro para el anillo Ciudad del Cabo; diamantes, esmeraldas, topacios, zafiros…
La directora Creativa de Wempe crea los 13 anillos de la colección Cosmora by Kim con su propio método que consiste en sacar el máximo partido a la concavidad de los anillos y “establece momentos, señales y signos visuales fuera del centro del flujo horizontal”. De este modo, según Wempe, “se establece una conexión lógica entre ellos que transforma el anillo en una narración mágica”. La sensual curvatura interior es su garantía de confort y ofrece un mayor espacio para el diseño y la creatividad en joyas superlativas.
Catherine Plouchard conoce milimétricamente los dedos, desde su base hasta la punta. Su estudio pormenorizado le permite ofrecer una nueva perspectiva de las joyas que los adornan, un ajuste fresco y sedoso al tiempo que revela sus interiores mágicos. Los anillos Cosmora by Kim traspasan los límites de las formas con un lenguaje religioso y cultural, con diamantes engastados en oro que son un reflejo “de segundos de experiencia de vida”.
Los anillos Cosmora by Kim son miniaturas artísticas concretadas en oro y piedras preciosas, formas compactas ricas en facetas, objetos que establecen una conexión entre la materia y la espiritualidad. Los dedos se ven realzados con adornos maravillosos con una paleta artística rica en matices cromáticos, volúmenes, luz…
Además, los anillos Cosmora by Kim son perspectivas virtuales, la materialización de las imágenes de la mente de la directora Creativa de Wempe, su visión del arte joyero de la firma de Hamburgo con más de 130 años de tradición joyera, capitaneada por Kim-Eva Wempe, con la que trabaja mano a mano desde hace una década en una colección de Alta Joyería creada a mano con técnicas orfebres que equilibran cada anillo para que permanezca siempre firme. Las joyas By Kim se caracterizan por su volumen, su innovación y transparencia.
En oro blanco y rosa con 192 piedras preciosas de 4,80 quilates, este anillo simboliza los sueños de Marco Polo de viajes lejanos y los almohadones de seda de las antiguas dinastías imperiales. La Puerta de la Paz Celestial, la Gran Muralla China y la Ciudad Prohibida están representadas en él.
Río de Janeiro es color, celebración… un crisol de ritmos, energía, cromatismo y alegría se citan en este anillo de oro rosa con 103 piedras preciosas de vistosos colores de casi 6 quilates.
El Golden Gate es uno de los símbolos de San Francisco y Wempe lo levanta en esta joya en oro rosa. El océano añade las pinceladas en azul y las nieblas y las casas de color caramelo completan una imagen dibujada en oro blanco y rosa y 148 piedras precios de casi 4 quilates.
Son varios los símbolos que se reúnen en este anillo que plasma la monarquía, la famosa Abbey Road y el Brit Pop en oro blanco y rosa y 53 piedras precios de más de 7 quilates.
En oro blanco y rosa con 80 piedra preciosas de 4,15 quilates, Wempe representa el ambiente de la Ciudad de la Luz y su flamante símbolo, la Torre Eiffel, en este caso con la ambigüedad del encaje femenino.
El oro blanco queda matizado por los colores de las 204 piedras preciosas de 4,68 quilates de belleza embriagadora, melodía de las emociones que es eco del encuentro de los océanos con los flancos del continente.
Tokio es una urbe de neón que vive en armonía con templos en medio de jardines con cerezos. Es tradición y modernidad y Wempe plasma esta armonía con oro de 18 quilates y 147 piedras preciosas de 3,13 quilates.
Montañas, praderas, campiñas, ciudades… horas y horas de carretera para vivir una historia que se alimenta de paisajes y vivencias humanas y un anillo que extrapola esa experiencia en un pequeño espacio de oro rosa decorado con 146 piedras preciosas de casi 4 quilates.
Oro rosa, 300 piedras preciosas que suman más de 4 quilates para un anillo que rememora un centenar de años de vanguardia, plasma la nostalgia de sus mercados y arterias urbanas, los brillos del terciopelo y el esplendor de la Secesión de Viena.
En oro blanco de 18 quilates y 170 piedras preciosas de casi 6 quilates, el anillo es una estampa de la ciudad de las oportunidades ilimitadas con sus rascacielos, un paisaje de acero y cristal que respira con su corazón verde central con estanques y riachuelos.
El hogar de Wempe y de sus raíces está en Hamburgo. La firma nos narra con luminosas olas pavé aventuras que cruzan los mares espumosos y alianzas que llevan a nuevos horizontes. Las hebras de oro rosa son el símbolo de la eterna calidad y de las fuerzas más sólidas y se levantan sobre un pavé de 178 diamantes que cubren la piel de oro blanco.
Con este anillo Wempe simboliza dos mundos, dos ciudades y un gran corazón. Berlín estaba dividida por un muro, pero el júbilo de las gentes derrumbaron esta barrera de cemento levantada por el hombre y la ilusión por las nuevas perspectivas que nacieron y se hicieron realidad se materializan también en estos dos anillos, uno por cada lado de la ciudad. Son de oro blanco con 147 diamantes de 1,67 quilates.
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