Entre Amalfi y Lipari.
Las gafas de sol de Max Mara se inspiran en localidades clásicas de veraneo.
Los diseñadores de la firma Max Mara echaron una ojeada a su alrededor buscando una fuente de inspiración que les sirviera para dibujar su colección de gafas 2012. Y mirando y mirando repararon en eso que tanto miramos todos llegadas estas fechas: los destinos vacacionales. Unos soñados, imaginados otros. Recordados, inexistentes, intuidos… De algunos nos han hablado, sobre muchos hemos leído y unos pocos son el escenario de nuestras películas favoritas.
En cuatro de esos lugares vacacionales típicos para los italianos encontraron las musas que andaban buscando. Cuatro bellas localidades que destilan encanto: Amalfi, Lipari, Alicudi e Ischia. Las cuatro coinciden en que resultan fascinantes y atemporales: lugares clásicos de escapada representativos de los veraneos de siempre. Icónicos como las gafas de sol. Y así ha resultado la colección: modelos elegantes y sofisticados rebosantes de detalles y coloreados en tonos difíciles de describir.
Amalfi son monturas en acetato, estilo años 60. Diseños minimalistas, con silueta en forma de mariposa, en negro total o cristal y hielo.
Alicudi reúne las gafas de forma ovalada en tonos opalinos que aportan un cierto aire vintage. Sus varillas metálicas combinan con los tonos beige, habano, chipre, gris y negro.
Ischia son propuestas anchas y cuadradas en trufa, miel, habano oscuro, negro cuerno y gris estriado.
Las Lipari son, sin duda, las más chic de la colección. De forma ovalada, lucen sobre el acetato un marco metálico que rodea las lentes. En todas está presente el logo de la casa.
No menos adictivas resultan las monturas para gafas de vista. Son tan sofisticadas que han de ser consideradas como joyas. Lo son por detalles como las varillas adornadas con baguettes de pedrería. Los cristales poliédricos y las puntadas genuinas de la marca destacan sobre los tonos rojo y champán, negro y tortuga o bronce y marfil.