Le Coq Sportif reedita su zapatilla Arthur Ashe.

Los clásicos siempre vuelven. Pueden pasar años, decenas de tendencias, pero ellos siempre siguen latentes, esperando en silencio su momento. Hasta que un día, de pronto, vuelven a ocupar un espacio privilegiado en los escaparates, desfiles y, por supuesto, en nuestro armario.

Cuando una marca crea una pieza icónica puede estar segura de que, ocurra lo que ocurra, nunca pasará de moda. Es lo que le ocurrió a la firma Le Coq Sportif con uno de sus modelos de zapatilla más emblemáticos, el Arthur Ashe. Este 2015 han decidido reeditarlo y, para ello, han lanzado dos versiones, una en cuero blanco y la otra en cuero tejido azul y blanco, esta última en colaboración con la conocida tienda parisina Concept Store Colette.

Y, ¿por qué este modelo? Cuando la firma lanzó el primero corría el año 1964 y se trataba de una zapatilla inspirada en el tenis, con un diseño elegante y un embajador de excepción: el mismísimo Arthur Ashe, una leyenda de este deporte. El modelo era una combinación perfecta entre comodidad, ligereza y flexibilidad, cualidades idóneas tanto para la tierra batida como para jugar en pistas duras. Su lengüeta permitía una transpirabilidad mayor y sus líneas sobrias le convirtieron en una zapatilla atemporal.

Con el paso del tiempo el modelo Arthur Ashe ha ido evolucionando, pasando por diferentes etapas hasta llegar al actual. Su fabricación 100% made in France, garantiza una calidad incuestionable ya que están fabricados a mano en los talleres de Groupe Archer.

El modelo Full White es minimalista, con el logotipo en el caucho de la suela y un revestimiento de color, los únicos dos detalles que rompen con su blanco impoluto. De ella se venderán 136 pares numerados para hombres con tallas entre la 39 y la 46. Mientras que la colaboración con Colette es un homenaje al azul insignia de la tienda, es un modelo unisex y estarán disponibles únicamente 55 pares numerados de tallas entre la 36 y la 46.

Ambos modelos, numerados y edición limitada, se venderán en boutiques seleccionadas de todo el mundo por un precio de 220 euros, y son toda una declaración de intenciones para trasladar la elegancia del tenis al asfalto urbano.