El príncipe de gales a tus pies.

Los cuadros príncipe de gales, en blanco y negro sobre piel de pony para dar forma a botines, botas, salones y bolsos. De Roger Vivier.

El príncipe de gales de un siglo atrás era un tipo joven, atrevido y audaz, mujeriego, elegante, seductor… un bon vivant en toda regla y, en su caso,  también tronío. Claro que el trono, el de Inglaterra, le duró poco a Eduardo VIII, ni un año, porque fiel a si mismo y a su estilo despachó a la corona con un no sin mi Wallis y allá que lo dejó todo para casarse con la americana que lo desposaba feliz y en terceras nupcias.

Claro que ese trono, el de la clásica y fastuosa corona británica, fue el único que perdió el bueno de Eduardo, mantuvo tras su renuncia cierto estatus, tratamiento de nobleza, polémicas de todo corte y confección, siendo acusado incluso de ser pro nazi, y fue coronado hipotéticamente –como lo fuera del trono inglés, pues nunca llegó a tener la corona sobre su cabeza- como rey de la moda y la elegancia.

Queda hoy mucho de él en el armario masculino, también en el femenino al que sirvió de inspiración, y es que lo que era un siglo atrás moda de vanguardia, conforma hoy el clásico e incuestionable fondo de todo armario.

Entre sus aportaciones, más allá del estilo y la raya en el pantalón, están los cuadros príncipe de gales que se llaman así, no por casualidad sino por hacerle honor a Eduardo VIII de Wallis Simpson que los vestía cuando ostentaba el título del heredero a la corona británica. Los vestía él y los nobles ingleses que intentaban entonces imitar su clase y su estilo en el vestir creyéndolo futuro rey y lo seguían también los modistos de París, donde desembarcó envuelvo en cuadros que aparecieron después en las colecciones más afamadas de la capital de la moda.

Y ahora que ya sabemos como llegaron los cuadros príncipe de gales a nuestro armario… veamos como llegarán el próximo otoño-invierno a nuestros pies, junto con el tejido pata de gallo, ocurrirá por obra y arte de Roger Vivier.

Las propuestas de Roger Vivier para el próximo invierno resultan tan atrevidas y modernas como vintage, porque reinventan los que son los clásicos de la casa que  no dejan de ser vanguardia pura en lo que al calzar y lucir bolso se refiere. De las reinvenciones clásicas  en las que caen –y nos harán caer a nosotras sin remisión- están los cuadros príncipe de gales y los del tejido pata de gallo, en blanco y negro sobre piel de pony para dar forma a botines, botas, salones de tacón comma –semejante a una exclamación y creado por Monsieur Vivier en 1965- y una deliciosa colección de bolsos y carteras.

Ya ves que no mentíamos en el título de esta noticia… el próximo otoño tendrás al príncipe de gales a tus pies… y en tus manos.

Más información Roger Vivier



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