De Catalina a Mascaró.
El tacón en corte salón, peep toe o cuña, elevado, alto, liso, estampado, con lazos, en colores suaves o tonos vivo primavera...
Sabido es que Luis XIV, un hombre de gran talla y poca altura, añadía tacón alto a sus zapatos; tras él hicieron lo propio otros nobles hombres y mujeres, pues para gloria de ilustres artesanos zapateros como Nicolás Lestage, no era por aquel entonces el tacón un asunto exclusivamente femenino. Pero, sorpresas guarda la historia y en realidad, antes de que el Rey Sol elevara en su pie el talón sobre los dedos… lo hizo una mujer, italiana, noble y reina; un siglo antes.
Caterina María Romula di Lorenzo de Médici, conocida como Catalina de Medici, mujer de casta en un cuerpo pequeño y esbelto, sacó los tacones de las caballerizas, donde eran utilizados por su buen ajuste en los estribos, y calzó unos, altos, el día de su boda con Enrique de Orleans; consorte de un rey y regente de tres, la historia la recuerda por su ser político y la moda por su ser italiano y Medici, su gusto por montar como amazona con calzones bajo las faldas y lucirse en cintura bien ceñida en un corsé, modas ambas que llevó e impuso en la corte francesa.
No sabemos si la fuerza de Catalina y Luis XIV nacía de sus tacones, pero el sentir que los llevaba a calzarlos permanece, siendo hoy un buen tacón símbolo de estilo y clase, suntuosidad y elegancia, incluso erotismo… y todas estas sensaciones despiertan en nosotros viendo las elevadas propuestas de Jaime Mascaró para esta primavera.
Corte salón, peep toe o cuña, elevado, alto, liso, estampado, con lazos, en colores suaves o tonos vivo primavera, siempre elegante, de vestir, de fiesta y en perfecta combinación con bolsos y carteras.
Viendo la presentación de estas propuestas en su catálogo, no podemos evitar pensar, casi afirmar, que una mujer lo es más, si cabe, en sus tacones.