Something’s Got to Give.

Dicen de él que es el nuevo “dios” del calzado femenino, que sus diseños son tan exquisitos como los de Blahnik o Louboutin. Dicen que sus modelos llevan una carga de erotismo tal que crean verdadera adicción, que sus zapatos levantan pasiones. Y aunque Brian Atwood lo niegue todo asegurando que él no es “un nuevo nada” y que sólo adora lo que hace, nadie puede resistirse al magnetismo que irradian los diseños del creador norteamericano.

Pero no sólo es la sensualidad, el atrevimiento y la elegancia que impregnan sus colecciones lo que ha llevado a Brian Atwood a lo más alto, si no también su osadía –no exenta de polémica– en la manera de presentarlas. Y si la pasada campaña otoño-invierno le valió la censura por su algo más que implícita sacudida sexual, con la presentación de la nueva línea SS 2013 –en la que la modelo Eva Herzigova, evocando a una provocativa Marilyn Monroe en la inacabada Something’s Got to Give, se sumerge en una piscina infinita vestida exclusivamente con unas espectaculares sandalias vintage– Atwood promete de nuevo un intenso y tórrido verano, «rozando los límites, pero más femenino», dice el diseñador.

La sugerente campaña fotografiada por Mert&Marcus nos muestra una colección en la que tonos vibrantes como el azul, el verde o el fucsia y propuestas algo más suaves en negro, café y champán tiñen texturas variadas –cuero, pitón, gamuza–, aunque los verdaderos protagonistas de la temporada son sin duda los estampados salvajes y los adornos llamativos. Sandalias y peep-toes con formas caprichosas, tacones de vértigo y plataformas se adornan con flores, sugerentes lunares, detalles brillantes y embriagadoras combinaciones de color que rezuman toda la audacia y carga sensual tan características de la firma.