Placeres sin excesos.

Conocer otros países o ciudades, disfrutar de sus paisajes, descubrir sus costumbres y sus gentes… Viajar es una aventura apasionante, un auténtico placer a pesar del dichoso equipaje.

Y digo “pesar” con toda la intención porque si después de planear, encajar y calcular cuántos “por si acaso” podemos meter en la maleta, llegamos al aeropuerto y en el mostrador de facturación nos dicen que en el puzzle sobran piezas, además de llevarnos una desagradable sorpresa, el exceso puede costarnos muy caro. Evitar disgustos por culpa de esos kilitos de más es muy sencillo si tenemos a mano la pequeña balanza digital Travel de la firma alemana Soehnle. Sólo hay que colocar el bulto en el gancho que lleva al final de la cuerda y suspenderlo en el aire un momento. La pantalla digital mantiene la marca durante 30 segundos y la función tara permite controlar el peso total del equipaje. Es ligera, apenas ocupa espacio y su diseño ergonómico se adapta a la perfección a la palma de la mano, funciona con pilas de litio y tiene una garantía de tres años.

Soehnle es una empresa de larga tradición. Fundada en 1868 por Wilhem Soenhle su eslogan “Life in Balance” significa mucho más que una declaración de principios, es toda una filosofía de vida.