Para lo que hay que oir.
Auriculares para un sonido perfecto y para lucirlos, pasearlos...
Tenía que pasar. De la moda de los auriculares intrauriculares discretos y más bien molestos, que llevan el sonido hasta la misma base de nuestro cerebro, a una vuelta a los auriculares circumaurales. Porque al fin al cabo no sólo son más cómodos si no que consiguen un sonido natural, perfecto.
Y ya que estamos, los lucimos, los paseamos, que para qué vamos a renunciar a escuchar nuestra música con calidad profesional simplemente porque son más aparatosos los segundos que los primeros. Así que se ha vuelto a convertir en algo normal ver por la calle a la gente enclanchada a su música con todo tipo de «cascos».
Estos de Sony están pensados para esto, compactos y con un estilo muy urbano, discretos y elegantes, con cable plano a prueba de enredos, en negro, blanco, rojo y azul, con diafragmas de 40mm y 1000mW de potencia, cómodas almohadillas para un perfecto aislamiento y máxima comodidad, los MDR-V55 son plegables y pesan 220 gramos -y cuestan 90€- y los MDR-ZX600, con sus detalles metálicos y de color, pesa sólo 170 gramos -por 59€-. Y así puedes elegir si sacrificar un poco de peso por el estilo o un poco de estilo para conseguir un poco más de ligereza. Y en todo caso, parecen los auriculares perfectos para un sonido perfecto, vayas donde vayas, para todo lo que hay que oir.