Fotografía analógica, adelante y atrás.

Hay veces que aquello de lo que renegamos por obsoleto tiene más ventajas que sus competidores digitales.

Demasiadas veces nos dejamos deslumbrar por los avances tecnológicos sin pararnos a pensar que quizá, aquello de lo que renegamos por obsoleto tiene aún muchas más ventajas que sus competidores digitales y puede proporcionarnos mayores satisfacciones.

Un ejemplo palpable de este tipo de movimientos ha sido el impetuoso renacer de los discos de vinilo, y una nueva muestra es el renacer de la fotografía analógica, aunque en justa consideración, habrá que destacar que esta nunca se fue y que lo único que ocurre es que cada vez más gente vuelve a ella, porque por más que aplicaciones como Instagram lo intenten, nada como una película analógica, que podemos desplazar a voluntad, en la que la luz imprime nuestras imágenes según su sensibilidad, con sus característicos agujeritos, que además, en el caso de la cámara que nos ocupa, la Sprocket Rocket Superpop Edition también son expuestos a la luz, para conseguir unas imágenes realmente únicas.

Pero además, esta nueva cámara que ha presentado la sociedad lomográfica y que viene en cuatro divertidos colores (rojo, menta, rosa y azul), permite, con sus dos ruedas de desplazamiento, desplazar la película atrás y adelante siempre que quieras para que tu creatividad no tenga límite.

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La imagen estándar es de 72 x 35 mm, incorpora una lente de plástico de 30 mm, foco a 0,6 m – 1m – infinito,  obturación 1/100 y bulbo, apertura: f/10,8, f/16  y puedes someter a la película a múltiples exposiciones.



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