Un zorrillo en el escaparate de Hermès.

Lucie Thomas y Thibault Zimmermann es la pareja de franceses que se esconde detrás de Zim&Zou, el dúo de artistas que, mediante instalaciones llenas de poesía y trabajo artesano, han conseguido hacerse un hueco en el mundo del diseño contemporáneo. Su último trabajo les ha llevado al Paseo de Gracia de Barcelona, y más concretamente a la boutique de Hermès, donde han convertido su escaparate en un coqueto salón inglés en el que uno no se relaja tomando el té tras la caza del zorro, sino que es el animal quien se sienta a descansar.

El por qué de este cambio de roles se encuentra en el leit motiv de la ‘maison’ para este año. Hermès ha dedicado 2014 a la metamorfosis, de ahí que la pareja de artistas de decidiera por humanizar a un simpático zorro en un apartamento. El proceso de creación del animal no deja lugar a dudas de lo laborioso que ha sido el montaje, con cada una de las pequeñas escamas de papel en tonos naranjas y blancos. En total, cientos de pliegues conforman al clásico animal británico.

La instalación estará todo el verano en la avenida barcelonesa. En ella, además del protagonista, están presente toda una serie de elementos a cuál más interesante y que también se han realizado a mano. Destaca el reloj de cuco, pero también la cómoda, con algunas prendas de ropa a medio salir, la banqueta y la mesa, las cortinas o incluso el juego de copas de vino y la propia botella de éste. Todo está cuidado al detalle, como el estampado del papel de la pared del decorado.

No es la primera vez que Zim&Zou llevan a cabo una colaboración con Hermés. Se estrenaron en 2012 con otro animal, un loro creado con trozos sobrantes de cuero, que se incluyó en la serie Petit H, con la que la firma aprovecha lo que, por lo normal, hubiera acabado en la basura de los talleres. Gustó tanto que la ‘maison’ les invitó a decorar el escaparate de la boutique principal de Hong Kong y estos la transformaron en una selva.

La de Barcelona, más escueta en número de animales pero igual de impactante, no desmerece. Ahora sólo queda disfrutar de un escaparate, más que nunca, con artesanía de vanguardia.