Paul Simon no consigue deshacerse de su casa en Connecticut.

Fue en el año 2002 cuando Paul Simon y su mujer adquirieron esta propiedad a tan solo 45 minutos de la ciudad de Nueva York, se trata de un terreno con dos viviendas, una casa principal construida en 1938 y perfectamente conservada y una casa de invitados de tres habitaciones cerca de la principal, además la propiedad cuenta con piscina, jardines, senderos boscosos, un estanque natural y una cascada; un retiro de escándalo en la naturaleza que no renuncia a la cercanía de la ciudad más cosmopolita del mundo, Nueva York, a la que se llega en menos de una hora…

Paul Simon pagó en 2002 16 millones y medio de dólares por esta notable propiedad pero, por los avatares del mercado inmobiliario y los gustos del momento, cuando trató de venderla en 2019 su precio era menor, 13 millones 900 mil dólares era su precio de venta; desde que se anunció su puesta en venta en 2019 hasta ahora, 3 años después, Paul Simon ha ido ajustando su precio (llegó a ofrecerla por 11 millones 900 mil dólares en 2020) y también retirándola del mercado cuando veía que no podría venderla por el precio mínimo que se había marcado para cerrar la venta, una venta que no se ha producido todavía y Simon estaría encantado de firmar por 12 millones de euros.

Lo cierto es que la casa bien merece nuestra atención porque se se trata de una vivienda de casi un siglo de antiguedad que conserva todo su encanto pero que ha sido debidamente actualizada gracias a su interiorismo luminoso y de inspiración minimalista, sus techos altos y sus grandes ventanales con vistas a la naturaleza son de lo más atractivos, también el tamaño de la vivienda (hablamos de una casa de 6 dormitorios, 8 baños completos y un aseo) que cuenta además con una casa de huéspedes que permite disfrutar de la compañía de los invitados sin entorpecer la privacidad de la vivienda principal.