Mulberry crece y gana en el mercado del lujo.

Mulberry ha presentado sus resultados a cierre de su año fiscal 2016, que coincide con el cierre del primer trimestre del año natural, y no pueden ser más alentadores...

La firma británica parece dispuesta a demostrar que las incuestionables dificultades que afronta el mercado del lujo, -que se ve afectado tanto por asuntos económicos como la bajada del poder adquisitivo de los compradores imputable a la crisis económica tanto en los mercados occidentales como en Asia-Pacífico y motivos socio-políticos  como el impacto sufrido por Europa tras los atentados de París y el riesgo perenne de su repetición- no avoca a las firmas del lujo al desastre.

Mulberry ha cerrado un gran año cuyos buenos resultados se han debido a decisiones estratégicas como la inversión en creatividad y diseño -que supuso la incorporación de un nuevo director creativo- y como la optimización de sus procesos productivos en UK -donde fabrican el 50% de los bolsos-. La firma británica ha invertido también en tecnología implantando un nuevo CRM que no sólo permite un mejor acceso a la información y, por tanto, un apoyo esencial en el proceso de toma de decisiones, sino que facilita disponer de una visión global del negocio que es clave para la gestión conjunta de todos los canales de venta de Mulberry.

Lo cierto es que la compañía británica, que si bien ha entrado en el mundo de la moda y del hogar sigue siendo esencialmente una firma de accesorios y complementos de piel -ésta línea de producto supone el 90% de sus ventas-, ha presentado datos reveladores: un crecimiento del 5% de los ingresos basado en el incremento de las ventas del canal retail del 8% y de las ventas online hasta un 19% sobre el año anterior; actualmente la venta online de Mulberry supone ya un 14% de las ventas totales de la firma.

Cierto es también que las ventas al por mayor -a grandes almacenes y tiendas multimarca- han caído de los 38,8 millones facturados en 2015 en este canal a los 37,2 correspondientes al año fiscal de 2016 -año que cerraron el pasado 30 de marzo-; este descenso se ha debido principalmente a la caída de las ventas en Asia-Pacífico.

Mulberry apuesta por el lujo, la calidad, el diseño y la eficiencia: mantiene el 50% de su producción de bolsos en el Reino Unido para asegurar la calidad inviertiendo, eso sí, en una mejora de procesos que redunda en reducción de costes; además invierte en creatividad y diseño para presentar un catálogo de productos que esté a la vanguardia de la moda sin perder su esencia Mulberry y reorganiza su sistema productivo para crear una infraestructura que sirva como soporte a todos sus canales de venta -venta online, en tiedas propias, franquicias y tiendas multimarca además de los centros comerciales más lujosos del mundo).

Con unos beneficios después de impuestos de 2,7 millones de libras frente a 1,4 millones el año enterior es un resultado excepcional, más en el entorno convulso en el que nos movemos actualmente pero es que los ingresos de Mulberry superaron los 155 millones de libras de los que 118,7 correspondieron al retail.

Cabe que Mulberry, al reinventarse como firma, esté marcando un camino en el sector del lujo, estaremos atentos a la evolución que muestre en el año fiscal 2017 que comenzó para ellos el pasado 1 de abril.



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