Los movimientos sociales impactan en los viajes de lujo.
Los movimientos sociales impulsados por la crisis, cambian la psique, moral y patrones del consumo de lujo de las personas acomodadas.
El aumento de la desigualdad social es uno de los factores que está cambiando la naturaleza de los viajes de lujo. Los movimientos políticos y sociales como Occupy Wall Street, el 15 M etc., los recortes y las medidas de austeridad aplicadas por diversos gobiernos están impulsando a algunos ricos a gastar su dinero de manera más privada y a la vez se está fomentado el aumento de las actividades de viajes de lujo socialmente responsables.
La tendencia al consumo privado lejos del escrutinio público se puede comprobar con el aumento que se ha registrado en la demanda de grandes yates e islas privadas. El cambio tecnológico y su impacto en las comunicaciones también ha provocado una demanda de desconexión tecnológica durante las vacaciones, asegura la experta en viajes de lujo Carolyn Childs.
Dirigiéndose a una audiencia de mas de 500 personas durante la conferencia Luxperience Thought Leaders celebrada en Sydney el pasado 6 de septiembre, Carolyn Childs aseguró que movimientos como Occupy Wall Street impulsados por la crisis, al igual que las revoluciones francesa y rusa con anterioridad, cambian la psique, puntos de referencia morales y patrones de consumo de las personas acomodadas.
«Ahora vemos el surgimiento de resorts responsables como El Nido en Filipinas,
donde los viajeros de gama alta disfrutan y realizan un turismo sostenible que beneficia a la comunidad«, indicó Childs que añadió «Los viajes de lujo en la actualidad se definen cada vez más por una creciente compromiso con los demás y con el planeta”.
Childs asegura que la disparidad económica a nivel mundial ha ido en aumento desde 1980, el 10% de los más ricos de Estados Unidos, Europa y Australia son propietarios de más del 70% de la riqueza mundial.
El sector de los viajes de lujo también ha visto surgir a los consumidores «aspiracionales» que gastan dinero en función de tres factores, con ocasión de una luna de miel o aniversario, una experiencia como un viaje a la Antártida, y por último el que disfruta de unas vacaciones de tres estrellas, pero realiza un paseo en helicóptero y una cena espectacular en el último día.
Los viajeros de lujo ahora confían en las agencias de viajes de élite o asesores, a los que Childs llama «magos». «Estos Gandalfs y Merlins con espíritu de servicio, son muy creativos e intentan anticiparse a las necesidades psicológicas y físicas de sus clientes, realmente hacen magia. Ellos temen decirle no a un cliente que sólo está acostumbrado a escuchar sí«.
El próximo mes de diciembre, Childs co-fundadora de MyTravelResearch.com, en colaboración con Luxperience publicará un estudio en profundidad sobre las tendencias y los cambios en la economía de los viajes de lujo.