Los clientes se inclinan cada vez más por la discreción del lujo.

Se empiezan a detectar signos de estrés en muchas marcas de lujo desde Beijing a París, se han vuelto demasiado ubicuas, especialmente en China.

En épocas como las actuales, en las que los ricos se hacen cada vez más ricos, se empiezan a detectar signos de estrés en muchas marcas de lujo desde Beijing a París. Una serie de factores están influyendo para que a las marcas de lujo les sea cada vez más difícil acceder a las personas que poseen esa concentración cada vez mayor de riqueza en el mundo.

Chin, por ejemplo, según un nuevo estudio del Boston Consulting Group, cuenta con 4.000.000 de millonarios situándose por detrás de los Estados Unidos, que tiene 7.000.000. Los consumidores chinos han sido responsables en los últimos años de alrededor del 30 por ciento de las compras de lujo a nivel mundial. Pero últimamente China ha estado experimentando una caída en las ventas de bienes de lujo, entre otras cosas debido a la desaceleración global de su tasa de crecimiento económico.

Los ricos en China parece que están experimentando una fatiga de precios y son cada vez más sensibles a los costos. Durante años, los grandes marcas de lujo vendían sus artículos en Hong Kong y China entre un 25 por ciento y 40 por ciento más caros que en Europa excluyendo impuestos.

Pero ahora, los chinos empiezan a demandar descuentos al estilo estadounidense. Las ventas del sector del lujo en China cayeron un 11 por ciento a alrededor de 25.000 millones de dólares en 2014, según el Fortune Character Institute, pero las compras de lujo realizadas en el extranjero por los consumidores chinos aumentaron un 9 por ciento, hasta los 81.000 millones.

A las 100 marcas de lujo más grandes del mundo les fue bien en China, a lo largo de 2013 recaudaron 214.000 millones en ventas, según la investigación de Deloitte Touche Tohmatsu Limited, ahora marcas como Louis Vuitton, Gucci y Prada están luchando en el continente, ya que experimentan un problema muy parecido al que tuvo Burberry, «se han vuelto demasiado ubicuas para su propio bien», según el Financial Times. Los clientes se inclinan cada vez más por bienes de lujo más discretos, en lugar de adornar con logos su fortuna.

Los 50 mejores marcas de lujo del mundo, venden online únicamente al 45 por ciento de los mercados principales, y menos de la mitad de las marcas tienen plataformas online en Brasil, Rusia, India y China.

«Se ha desarrollado una gran expansión en el mercado mundial y los países que antes no consumían productos de lujo, ahora si lo hacen«, asegura Rurik Bradbury, director de marketing de Trustev, una compañía irlandesa especializada en evitar el fraude de las compras ‘online’.



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