Los chinos compran lujo, pero en el extranjero.
La desaceleración de la economía china está proyectando una larga sombra sobre los fabricantes de artículos de lujo europeos.
Las ventas de bienes de lujo continúan reduciéndose en el gigante asiático, pero diversas fuentes confirman que los chinos continúan comprando artículos exclusivos en el extranjero.
Las ventas de artículos de lujo, que se recuperaron después de la crisis financiera del 2008, en los últimos dos años se han continuado desacelerando debido a la represión contra la corrupción en China, la sorpresiva la devaluación del yuan en agosto, y un crecimiento económico mas lento de lo esperado. Después de dos décadas de un crecimiento espectacular, el panorama se ha nublado en los últimos dos años.
Los chinos en la actualidad están comprando artículos de lujo pero lo hacen en Dubai, en Europa y, por primera vez en la historia también en Rusia, debido en parte a la caída del rublo.
Federica Levato, directora de la consultoría especializada Bain & Co, indica que los chinos están comprando en diferentes lugares. «China ha sido un mercado difícil en los últimos 18 meses. Los chinos están comprando de manera discreta y lo hacen a nivel global”. Levato asegura que el diferencial de precios de los artículos de lujo en China es un 50 a 60 por ciento más que en Europa.
«Las marcas de lujo que sean realmente capaces de adoptar nuevas presentaciones de productos y ofrecer variedad, estarán mejor posicionadas para capear el temporal«, asegura la directora de Bain & Co.
James Rogers, director ejecutivo de CR Retail, una consultoría con sede en Shanghai indica “Aparte de los cambios de divisas y los derechos de importación, numerosos minoristas de lujo durante mucho tiempo han mantenido sus precios demasiado altos en China. Los chinos viajan más y con el uso de Internet, son capaces de comparar los precios de los productos en diferentes mercados«.
Según Rogers, las pequeñas marcas o aquellas que no hayan abierto demasiadas tiendas en China, ofrecen el nivel de exclusividad necesario para capear la recesión. «Una marca que sin duda encaja en esta descripción sería Hermès” asegura el experto.