La Torre de Pisa podría convertirse en un hotel de lujo.
Las autoridades italianas en el punto de mira debido a un polémico proyecto para convertir la Torre inclinada de Pisa en un hotel de lujo.
La Torre de Pisa podría ser transformada en un hotel con el nombre de ‘3,99 Degrees‘ que refleja el ángulo en que se inclina el famoso monumento, para paliar el problema de liquidez que atraviesan las autoridades locales. Los turistas pagarían más de 20.000 euros por noche para dormir en este histórico edificio.
Esta decisión proporcionaría a las autoridades de la ciudad italiana unos ingresos adicionales necesarios para preservar el famoso monumento. En Italia previamente ya se han adoptado métodos parecidos para preservar su patrimonio. La exclusiva casa de moda Fendi, financió la restauración de la Fontana de Trevi el año pasado, y Bulgari, donó 1.500.000 euros para el mantenimiento de la Plaza de España de Roma.
El proyecto de transformación de la emblemática Torre de Pisa ha sido ofrecido a una empresa de inversión anónima de Dubai con un contrato de arrendamiento de 50 años. Los turistas de Oriente Medio serían un mercado objetivo clave. Una condición del contrato es que una parte de los ingresos se utilice para mantener el edificio, y otros emplazamientos importantes en Pisa.
Un documento que describe los detalles del proyecto, filtrado al diario británico Telegraph Travel, sugiere que cada planta podría ser renovada para albergar una única suite con vistas panorámicas de 360 grados.
La propuesta ha sido recibida con una condena generalizada. Lena Lotta, arquitecta abordada por políticos locales a principios de este año para proporcionar un estudio de viabilidad del proyecto indica «Estoy disgustada quieren vender nuestros grandes edificios al mejor postor”.
La Torre de Pisa tiene una altura de 55 metros, pesa 14.700 toneladas y tiene 300 escalones y no hay espacio para instalaciones de cocina o comedores, pero se podría instalar fontanería para proporcionar a los huéspedes con baños y aseos, señala la propuesta. El hotel podría asociarse con restaurantes locales para proporcionar servicios de room service.
A los que no estén hospedados en el hotel se les permitiría recorrer los terrenos que rodean la Torre de Pisa y también a subir la escalera de caracol hasta la planta superior de la Torre durante dos horas cada día.