Invertir en la industria del lujo resulta rentable.
El fabricante suizo de chocolates de lujo Lindt, crece a un ritmo del 8% anual y el precio de sus acciones se ha duplicado desde 2010.
Las marcas del sector del lujo han tenido un desarrollo estelar desde comienzos de siglo. El año pasado resultó ligeramente amargo, pero los expertos se inclinan a diagnosticar un cambio de tendencia para 2015.
Las marcas de lujo incluyen desde joyas y bolsos hasta coches y chocolate, cualquier artículo por el que la gente este dispuesta a pagar una prima. El tipo de producto no es lo importante, es la fuerza de la marca lo que cuenta.
Con la economía mundial en plena recuperación de una recesión, los inversores se podrían cuestionar si es el momento adecuado para el mercado premium.
Pero Alexandre Mouthon, gerente de cartera del fondo de inversión Pictet Premium Brands asegura que «Existe una polarización de la demanda, la gente tiende a ser muy rica o muy pobre, y los consumidores bien demandan productos de lujo de alta gama o productos baratos muy básicos”.
En los mercados de economías emergentes como el de la India o China, la clase media se encuentra en aumento y las mujeres están tomando el papel cada vez más determinante en la economía del hogar. Muchos de estos nuevos consumidores aspiran a las mismas marcas que hay en Occidente.
El turismo se encuentra intrínsecamente relacionado con el éxito de las empresas de lujo. Alrededor del 30 por ciento de todas las compras de lujo se realizan mientras la gente viaja y a medida que aumenta la riqueza aumenta el turismo y las marcas se expanden en todo el mundo para tomar ventaja de esta tendencia.
Alexandre Mouthon indica que el fabricante de bolsos estadounidense Michael Kors es un buen ejemplo «Empezó en Estados Unidos de la nada hace unos años y ahora la marca se está convirtiendo en global”.
Mientras que Michael Kors ha disparado sus ventas, muchas empresas atravesaron dificultades en 2014. Un euro fuerte redujo los márgenes para muchas de las marcas europeas, y la agitación política en Rusia no han ayudado.
Pero las perspectivas para este año aparecen mucho más brillantes. El euro se ha debilitado, ayudando a los márgenes de comercialización, y la caída del precio del petróleo también es una buena noticia para este sector.
Scilla Huang Sun, gerente del fondo Julius Baer Luxury Brands, indica que «Un 30 por ciento de las compras mundiales de bienes de lujo proceden de consumidores chinos, sobre todo turistas. La gente se preocupa, porque el crecimiento de China se está desacelerando, pero no se trata de la economía, se trata de lo que hacen los turistas”.
Sun presta especial atención en el fondo de inversión que gestiona a las marcas de lujo accesibles como Macy’s y Michael Kors, y en la industria de la belleza Estée Lauder y L’Oreal, que no son tan baratos y que tampoco que están disponibles para todo el mundo.
Otra de las empresas cuyo desarrollo ha sido espectacular ha sido el fabricante de chocolates Lindt, la firma con sede en Suiza está creciendo un 8 por ciento anual y el precio de sus acciones se ha duplicado desde 2010.
Por supuesto, hay algunas opciones más típicas en el fondo de inversión de Julius Baer Luxury Brands, como la exclusiva marca Hermès o Tiffany y Cartier. Estos dos últimos los hacen particularmente bien, teniendo en cuenta que únicamente el 20 por ciento del mercado de joyería es de marca.
Los fabricantes de automóviles asimismo son populares entre los gestores de fondos, en particular los de la talla de BMW o Daimler, marcas de calidad que se van a beneficiar de la caída en el euro.
Las marcas de lujo corren riesgos de caer en desgracia y uno de ellos es volverse demasiado populares, la gerente del fondo Julius Baer Luxury Brands cita al fabricante de bolsos Coach como ejemplo de ello. El precio de la acción de Coach se ha reducido a la mitad desde 2012. «Se hizo popular en los outlets y comenzó a percibirse la marca como menos exclusiva. La creación de una marca lleva muchos años y puede ser destruida fácilmente«.
Aproximadamente el 50 por ciento de las ventas de artículos de lujo provienen de mercados emergentes; en 2020 se prevé que llegará al 60 por ciento.
Tom Becket, jefe de inversiones en Psigma, asegura que le gusta el fondo de Julius Baer con su pequeña cartera de sólo 31 empresas, inclinada hacia las marcas de lujo y centrada en las empresas bien gestionadas.
El fondo Julius Baer Luxury Brands ha generado unos beneficios del 18,6 por ciento en el último año, mientras que el fondo de inversión similar de Pictet ha tenido un rendimiento del 19,6 por ciento.