El futuro de la industria automovilística en China.

En China el impulso hacia la movilidad individual se mantiene intacto, únicamente 75 de cada mil chinos conducen un coche.

Los días de vino y rosas en los que los fabricantes de automóviles en China alcanzaban tasas de crecimiento de dos dígitos han llegado a su fin y a partir de ahora se tienen que plantear nuevas estrategias para luchar por la cuota de mercado.

En China el impulso hacia la movilidad individual se mantiene intacto y existen segmentos y regiones en los que todavía se pueden lograr esas tasas de crecimiento de doble dígito. Únicamente 75 de cada mil chinos conducen un coche, frente a los 600 en EE.UU. y 800 en Alemania. Según estimaciones del gobierno chino, alrededor de 300 millones de personas, el equivalente a la población de los Estados Unidos, se mudaran desde las zonas rurales hacia las ciudades para 2030.

No todos serán capaces de comprar un coche nuevo, por ello las ventas de automóviles usados y servicios financieros relacionados con la movilidad se están convirtiendo en un sector cada vez más importante.

El quid de la cuestión es que la mayoría de los chinos no son ni conductores ni compradores excesivamente experimentados. Sólo uno de cada diez chinos tiene el carné de conducir desde hace más de un año. Al mismo tiempo, la estructura del mercado chino ha cambiado, «El cliente chino todavía no es muy fiel a las marcas. Nuestra misión es generar esa lealtad«, señala Stephan Breschan del BMW Brand-Experience Center de Shanghai.

Los compradores chinos de vehículos se distinguen por su gran interés por la tecnología, y además de la conectividad en el coche, a los chinos les encanta comprar online. «Una vez que un cliente se interesa por un coche, le llevamos el vehículo y le permitimos hacer una prueba de conducción«, asegura Breschan.

Todos los fabricantes de automóviles quieren conseguir la mayor porción del mercado asiático. En China principalmente luchan por el mercado Premium de automóviles que se prevé continuará creciendo en los próximos cinco años un 65 por ciento.

Volkswagen quiere conseguir vender hasta el año 2019 cinco millones de vehículos anuales en China y está invirtiendo para ello 22 mil millones. Stefan Bratzel advierte que «El problema no es un menor crecimiento, que es de esperar. El riesgo para los fabricantes como Volkswagen, seria un fuerte y repentino derrumbe del mercado, debido al estallido de la burbuja inmobiliaria. Hay que estar preparado para estos escenarios”.



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