Galería de imágenes
cerrarVersace mira a Brasil con Adriana Lima.
La modelo pone rostro a la colección que ha creado Donatella en exclusiva para Riachuelo.
Los que pensaron que, con la finalización del Mundial de fútbol, Brasil iba a dejar de ser el país de moda, o al menos hasta que no se fuera aproximando un poco más la cita olímpica de Río de Janeiro, se equivocaron. El país sudamericano sigue siendo un capitalizador de tendencias y todo un laboratorio de ideas y colecciones. Muestra de ello es la colaboración exclusiva que se acaba de presentar entre Versace y los grandes almacenes de moda Riachuelo, los más importantes de Brasil.
El resultado es una colección exclusiva cuya madrina ha sido nada más y nada menos que la modelo Adriana Lima. Ella luce perfecta en la campaña que ha fotografiado la pareja más reputada del momento en cuanto a fotografía de moda: Mert & Marcus, con maquillaje de Akki Shirakawa y Sammy Mourabit incluido. El resultado está a la vista: luces de neón, fondo tropical y una Adriana que enamora a la cámara luciendo estampados que son auténtico ADN Versace y que no funcionarían igual de bien en otro país que no fuera Brasil.
La propia Donatella lo ha dejado claro. «Se trata de una colección, ante todo, sensual. Para mí, es fuera de serie, provocadora y poderosa. Es la forma de reflejar la atracción que supuso para mí, en mi última visita a Brasil, la energía y el glamour que tiene este país». Para ello, sus patrones parten de dos básicos de la firma italiana: el estampado griego y los jeans más rockeros.
«La idea era combinar ambos elementos y crear vestidos perfectamente rematados, así como accesorios llamativos a juego». Lo ha conseguido, ya que anillos, pulseras, brazaletes… no pasan desapercibidos, en tonos dorados y con motivos marineros como las estrellas de mar, a juego con los estampados que también reflejan estos ambientes oceánicos en las prendas.
La colección se pone a la venta esta semana, con una expectación tremenda. Los precios parten de los 15 €, por lo que será fácil no quedarse sin poder comprar nada.