La reunión de lujo del G-7 desata la polémica en Alemania.

Schloss Elmau, un lujoso hotel castillo cerca de Garmisch – Partenkirchen situado a 100 kilómetros al sur de Múnich, en la región alpina fronteriza con Austria, será la sede de la próxima Cumbre del G7.

A los organizadores del evento, este castillo construido en 1916 les ha parecido un lugar ‘adecuado’ para reunir al G-7 los próximos días 7 y 8 de junio, en los que los líderes de los siete países más poderosos del mundo se reunirán a resolver los problemas del mundo.

El millonario presupuesto de esta cumbre del G7 que se celebra en Alemania, ha avivado el debate sobre la necesidad de un gasto tan enorme ante una cita rodeada de extraordinarias medidas de seguridad. La polémica se suscitó esta semana, al calcular que esta reunión política de alto nivel podría costar finalmente al erario público alemán aproximadamente 360 millones de euros.

Asistirán al evento los presidentes de EE.UU., Barack Obama; y Francia, François Hollande; y los primeros ministros del Reino Unido, David Cameron; Canadá, Stephen Harper; Japón, Shinzo Abe; e Italia, Matteo Renzi; junto a los presidentes de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker; y del Consejo, Donald Tusk.

Schloss Elmau cuenta con diversos restaurantes, salones, bares y tiendas. Dos bibliotecas, una sala de conciertos todo decorado en tonos pastel mate con un moderno mobiliario Art Deco. Junto al castillo hay un hotel de cinco estrellas donde se encuentran las enormes Suites presidenciales y los líderes mundiales contarán cada una con un spa privado.

El pasado sábado, se estableció un perímetro de seguridad de 16 kilómetros alrededor del hotel, que ha quedado completamente ‘enjaulado’ después de instalarse una verja de tres metros de altura y siete kilómetros de largo para impedir la entrada de extraños.

Hay dos cosas que necesitan las personas que visitan Schloss Elmau situado a mil metros de altura por primera vez, un mapa y una brújula para no perderse en este laberinto del relax y la polémica.