Roche Bobois espera en el salón.

El salón es el lugar más visitado del otoño y Roche Bobois lo viste como nadie...

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Nos resistimos todavía a encerrarnos en casa pero sabemos, que cuando el otoño convierta la amenaza de su llegada en un hecho, reduciremos las horas de calle y el salón se convertirá en ese lugar perfecto en el que pasar la tarde o incluso una intensa velada; por eso ahora es el momento de pararnos a mirar nuestro salón, ese espacio que hoy da pereza pero mañana nos parecerá el mejor lugar del mundo para estar mientras de las ventanas hacia fuera caen las hojas y hasta la nieve llegado el invierno.

Cabe que descubras que tu salón necesita un cambio de aires y es entonces cuando Roche Bobois se convierte en una visita ineludible porque la firma gala compone espacios con elegancia y exquisito gusto, al calor de las vanguardias y sin olvidar el encanto de lo clásico como no olvida tampoco lo mucho que le pedimos al sofá y a la mesa del comedor.

Con Roche Bobobis el sofá va mucho más allá de la rinconera o el clásico combinado de 2 y 3 plazas; llega al sillón, al diván, al sofá relax, a respaldos que se acoplan, pies que se elevan, al chaise-longue… y pasa del beige más blanco al negro más brillante, el de la piel; sin renunciar tampoco a vivos toques de color en complementos de salón como los cojines, las alfombras e incluso las lámparas y hasta la propia mesa de centro. Todo al final dependerá de tu espacio y, claro está, de tu gusto y estilo.

En cuanto a la mesa del comedor, ahí la cuestión del tamaño importa sobremanera pero también mucho el modo y cómo se abre o se cierra, lo que incomodan o no las patas y, por supuesto ¿eres de madera o de cristal? las opciones en Roche Bobobois son múltiples como múltiples serán las veladas entre amigos de cena o backgammon alrededor de la mesa…

En definitiva, tu salón te espera y si quieres asegurarte de que lo encontrarás perfecto para ti, no dejes de pasearte entre las propuestas de Roche Bobobois.

 

 

Vivir

Pequeños caprichos que ponen un toque de confort en nuestra rutina. Objetos de mesa o decoración que nos hacen sonreír de puro placer estético y sin los que ya no podríamos estar.

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