Rusticae: Un hotel para asomarse a Córdoba.

Los patios, balcones y terrazas de El Balcón de Córdoba hacen de este hotel boutique un priviligiado mirador para disfrutar del casco antiguo de la ciudad, sin perder la intimidad que ofrece esta antigua casa señorial andaluza.

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En una de las calles del casco antiguo de Córdoba (Andalucía, España), a escasos veinte metros de la Mezquita-Catedral, se levanta esta casa del siglo XVII a la que el paso del tiempo ha otorgado distintas funciones y estilos, queriendo el destino que hoy podamos disfrutar de sus magníficas vistas y de la fusión clásica, islámica y castellana de sus rincones, además de influencias flamencas y europeas, gracias a su conversión a hotel boutique de cuatro estrellas, bautizado como Balcón de Córdoba, que este año 2016 celebra su quinto aniversario.

Lo que da carácter a este hotel con encanto es, sin duda, la distribución de sus estancias, con dos alturas y un torreón en torno a tres patios, así como la presencia de numerosos balcones y terrazas, destacando la terraza superior con vistas panorámicas al casco antiguo de Córdoba, declarado Patrimonio de la Humanidad. Es un placer tomar una copa en la parte más alta de la casa, al aire libre, admirando la monumentalidad de la ciudad y contemplar sin estirar el cuello la esbelta torre-campanario de la Catedral.

Entrar en el hotel Balcón de Córdoba es sumergirse en un ambiente de quietud, serenidad y recogimiento, con multitud de detalles que nos hablan de la historia y de las tradiciones de la casa y de la mismísima ciudad. Como ejemplo, el empedrado artesano de pequeños cantos rodados en dibujos geométricos y vegetales a base de piedras blancas y negras, que decora el suelo de los patios. También hay que prestar atención a sus fuentes, a las celosías, a los enrejados o a los más de cien restos arqueológicos repartidos a lo largo de todo el edificio, como las lápidas y columnas romanas e hispanomusulmanas.

Sus únicas diez habitaciones, unas en la planta baja y otras en la planta alta, han sido dotadas de un estilo único, con referencias a las raíces mitológicas de la cultura mediterránea. Pantea, Nahal, Leyla… todas son elegantes, decoradas en tonos claros, aprovechando la fisonomía y características de esta casa centenaria pero añadiendo las comodidades imprescindibles para que los huéspedes se sientan cómodos, como el baño privado, el aire acondicionado, internet o la carta de almohadas. Algunas de ellas disponen de balcón o terraza, que se convierten en los espacios más codiciados de la casa, para disfrutar de la luz y de las vistas desde la intimidad de la habitación. Por el encanto de sus terrazas, destacamos las habitaciones Ruzbahan y Anahita.

La fama del hotel Balcón de Córdoba también se debe a su restaurante Pairi Daeza, con vistas al jardín interior. En este espacio de placer y tranquilidad podemos degustar una cocina que refleja la historia culinaria de Córdoba, fusión entre las culturas andaluza y mediterránea. Platos tradicionales e innovadores con productos de temporada frescos de la zona que maridan con la amplia selección de vinos de su bodega.

En el hotel Balcón de Córdoba se despiertan todos los sentidos, el gusto, el olfato, el tacto, el oído… y sobre todo la vista con sus espectaculares terrazas para asomarse a Córdoba.

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