5 hoteles para experimentar el lujo en medio de los Andes.
El turismo rural puede ser exótico y lujoso al mismo tiempo. Y si no, que se lo digan a estos cinco rincones peruanos en los que encontrar lo mejor de lo mejor en medio de la nada más hermosa del planeta.
Una de las estampas más fascinantes de las que podemos disfrutar en el planeta es la de los montes nevados de los Andes mientras despertamos. Y eso es un lujo que no puede faltar en los mejores hoteles rurales de Perú, en los que se brinda el mejor servicio al tiempo que se acompaña todo de la increíble postal de su naturaleza única.
Pero no se trata solo de las vistas, ya que cada vez son más los establecimientos de cinco estrellas que se encargan de acercar a los huéspedes la calidad de la tradición inca, bien con construcciones en los que los artesanos locales han participado activamente, bien con lo mejor de su gastronomía o con todo tipo de objetos decorativos que hacen de cada rincón un lugar único.
Para acercarse a la magia y al misticismo de la cordillera de los Andes, nada como escoger alguno de estos cinco hoteles.
En este hotel del valle Sagrado se juega con la artesanía local como protagonista de su interiorismo. Este corre por cuenta de Denise Guislain de Koechlin, que marcó las suites y salones con el espíritu inca más auténtico. Ropa de cama elaborada con tejidos precolombinos, tapices cuzqueños y enormes ventanales permiten convivir con esta cultura milenario y sus vistas sobre el valle de Urubamba. Además, un buen punto de partida para hacer todo tipo de excursiones.
A orillas del Lago Titicaca encontramos un hotel único en la isla de Amantani: el Amantica Lodge. Se compone de apenas dos suites y fue construido de manera ecosostenible con materiales y técnicas tradicionales por la propia comunidad local. Goza de las mejores vistas del lago y no hace falta estar de pie para disfrutarlas, ya que se ven desde la cama o el jacuzzi a través de grandes ventanales, o desde el área de descanso creada sobre un puerto de madera.
Lujo e historia se unen en este hotel de gran lujo que se levanta sobre la antigua Casa de la Moneda de Arequipa, la llamada Ciudad Blanca. Es un museo vivo y se encuentra a apenas unos metros de la Plaza de Armas. El solárium de la 4ª planta tiene vistas a la catedral de Arequipa y al volcán Misti y el restaurante Alma da al patio principal y sirve cocina peruana y especialidades locales de Arequipa. Uno de los más interesantes de la ciudad por su calidad.
A orilla de un río y a 3.575 metros sobre el nivel de altura, este hotel invita a disfrutar de todo el esplendor del Valle del Colca, el segundo cañón más profundo del mundo. Cuenta con 35 habitaciones y 6 chalets y no falta ninguno con grandes vistas de los Andes. Además, su restaurante El Mirador elabora una gastronomía andina con ingredientes de sus propias plantaciones de flores orgánicas, quinoa o maíz. Imposible resistirse a sus platillos.
En Huaraz, el frío y la altura de los Andes hacen que el calor de una buena chimenea sea imprescindible. Este hotel boutique ubicado en las laderas de Anta, a 20 minutos de la ciudad, se ha levantado con materiales nobles. Posee pocas y coquetas habitaciones dobles (en total, siete), además de piscina y spa donde ofrecen sesiones de yoga y reiki. Lo mejor, levantarse viendo los picos nevados.
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