De vinos y de encanto.

Recorrer la Ribera del Duero, adentrarnos en los campos de Castilla, o transitar por los campos de viñedos de La Rioja... Con Rusticae.

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Cuando va terminado el verano y nos adentramos en septiembre, vemos cómo los campos y paisajes se van transformando poco a poco y tiñéndose de nuevas tonalidades. Los viñedos -o vides, según de dónde vengamos- son en gran parte los artífices de este cambio sutil que nos adentra en el otoño. Recorrer la Ribera del Duero, adentrarnos en los campos de Castilla, o transitar por los campos de viñedos de La Rioja son un placer para todos nuestros sentidos en el sentido más amplio. De vinos y de encanto, de viñedos y de hoteles, la combinación parece perfecta aún más cuando en la ecuación entran hoteles como los de Rusticae.

En plena región del Douro portugués, Casas do Côro es un regocijo para los sentidos en la antigua aldea histórica de Marialva, cerca de Guarda. Conocer la tradición y la gastronomía Beirã y brindar con los vinos producidos por el mismo hotel es posible gracias al mimo y buen gusto que ponen en todo sus propietarios Paulo y Carmen. El plan que nos preparan para esta ocasión incluye, entre otros, participar en la vendimia en un viñedo local, almorzar al estilo típico (eso sí, con un toque más chic), visitar una bodega de la región del Douro, o conocer de primera mano la historia del Castillo de Marialva que vigila nuestras noches desde lo alto. Vendimia sí, pero con estilo.

Sin alejarnos del Duero, pero ya en la provincia de Salamanca, sin duda Hacienda Zorita es el lugar al que acudir para una experiencia de vinos y de encanto. La contrastada trayectoria y prestigio de sus vinos se siente en el espíritu que conserva aún este antiguo monasterio dominico sobre el río Tormes. No pueden faltar una visita a su bodega de crianza, o una sesión de cata y degustación de vinos y productos naturales. Desde este Wine Hotel & Spa podemos visitar también los viñedos de los que surgen sus vinos, participando incluso en la vendimia, o pasar una jornada en la Organic Farm cuyos productos disfrutamos en Zorita’s Kitchen, su restaurante.

Y cómo olvidar el señor de los vinos, el de Rioja. En esta región el hotel Señorío de Briñas será nuestro anfitrión. Este  palacete del siglo XVIII cerca de la frontera alavesa nos tiene preparado un sinfín de opciones para acercarnos al mundo del vino y de su producción. Empezar con una visita al centro temático del vino Dinastía Vivanco, continuar con una ruta a bicicleta conociendo el ciclo de la vid y su elaboración, comer en el interior de la bodega Heredad Baños Bezares, terminando el día con un curso de cata. Una inmersión en el mundo del vino que enamorará.

Llegando a La Mancha, también tierra de vinos, La Casa del Rector de Almagro nos prepara una escapada de vino y tradición: visita a un castillo, a una quesería y a una bodega tradicional con cata comentada. Para terminar después con un tratamiento de vinoterapia en su spa. Vino para nuestro paladar, pero también para nuestra

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Una brújula que nos acerca a esos destinos, más o menos lejanos, que alguien, antes que usted ha tenido ya la suerte de pisar.

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