6 escapadas con sabor a otoño.

¿Y a qué sabe? A caza, a setas, a frutos secos al calor de una chimenea con vistas a impresionantes entornos naturales en los que ver caer las hojas con una copa de vino en la mano.

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Seis viajes idóneos para desconectar del fragor de la ciudad, de esos en los que apetece que las temperaturas se mantengan lo más bajas posibles para disfrutar de un destino que, en muchos casos, es el propio hotel que proponemos.

Seis viajes deliciosos, porque cada uno de ellos hace de la gastronomía su protagonista sacando todo el partido a los productos locales y estacionales, a las mejores materias primas. De ellas, el visitante dará buena cuenta día y noche en el marco de un paisaje incomparable.

Seis viajes enriquecedores, no solo porque la cocina los hace ricos, sino también porque la historia forma parte de ellos de una manera intrínseca y porque las posibilidades de ocio en torno a ella, para aquellos más inquietos, son ilimitadas en parajes que se tornan poco a poco dorados por un sol que desaparece tímido.

Seis viajes con los que recorrer España de fin de semana en fin de semana en estos meses que quedan hasta que llegue el invierno. Seis que se rodean del extenso olivar andaluz o de sus dehesas, de los viñedos riojanos, de los de la Ribera del Duero o de los campos de Castilla, de aceites excepcionales, de embutidos sublimes, de vinos de los que nunca se olvidan en compañía de copiosas carnes de intenso sabor.

Seis viajes que son otoño. El otoño en seis viajes. Seis viajes con un encanto infinito para compartir en soledad con la lectura de un buen libro, o en pareja, de la mano, muy cerca, caminando bajo los árboles que se desnudan. Incluso en familia, porque son perfectos para reunirse en torno a una chimenea mientras las horas pasan sin que apenas nos demos cuenta.

Seis viajes de mesa y mantel, de paseos por el campo, de abrigo y de descanso. ¿Los desvelamos?

 

  • Convento de Aracena.
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    Convento de Aracena.

    Aracena, Jabugo. Una región donde vivir la montanera desde un lugar privilegiado, y es que es la cuna de uno de nuestros mejores jamones, el Cinco Jotas, cuyos cerdos rebuscan las bellotas en la más absoluta paz en estos días. Descubrir la zona entre plato y plato de setas y deliciosos embutidos en sus pequeños mesones perdidos es una experiencia inolvidable. Hacerlo desde este antiguo hotel la hace más especial si cabe.

  • La Bobadilla.
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    La Bobadilla.

    Relax en un exclusivo pueblo andaluz. En una localización irrepetible, entre la Costa del Sol y Granada, se alza entre cerros de olivares este cortijo de gran lujo. Un lujo discreto, tranquilo, que se refleja en servicios y detalles que invitan a la desconexión total aderezada con un paseo a caballo por los alrededores, una audición de su impresionante órgano en su capilla o una degustación de las propuestas de temporada de su restaurante gastronómico La Finca.

  • Molino de Alcuneza.
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    Molino de Alcuneza.

    A apenas un precioso paseo en bicicleta de la histórica ciudad de Sigüenza se encuentra este pequeño Relais & Chateaux del que uno no quisiera volver nunca. Un hotel boutique familiar que nos hará sentir como en casa. Su cocina, a cargo de Samuel Moreno, es un guiño a su tierra, a su huerto y un imprescindible en la zona. Su bodega, con varias referencias autóctonas, también es todo un descubrimiento.

  • Hotel Castilla Termal Burgo de Osma.
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    Hotel Castilla Termal Burgo de Osma.

    Reparadores baños termales en una localización emblemática. Este espléndido y acogedor edificio del siglo XVI, antigua Universidad de Santa Catalina con su original fachada plateresca y su claustro renacentista, es la primera Hostería Real de 4 estrellas de Castilla y León. Su SPA es tan de ensueño como su restaurante con los mejores productos de la cocina soriana y menús especiales protagonizados por los productos estrella de cada estación.

  • Posada Real Fuente de la Aceña.
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    Posada Real Fuente de la Aceña.

    Para sacar todo el partido a la Ribera del Duero y descubrir, en las proximidades, sus vinos y sus quesos, desde un Vega Sicilia a un Flor de Esgueva. Un molino harinero con más de 300 años de antigüedad actualizado de forma envidiable da cobijo a este pequeño establecimiento cercano a Peñafiel, núcleo de la región. No solo su diseño llama la atención. De su cocina sale lo mejor de la tradición gastronómica de la Ribera, una materia prima de calidad exquisita interpretada con una visión innovadora.

  • La casona del boticario.
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    La casona del boticario.

    Un hotel para los amantes del vino. Desconectar, conocer la magia de las bodegas y de toda la región en la que se encuentran y descubrir la gastronomía y la cultura de la zona son algunas de las posibilidades que brinda este coqueto alojamiento rural ubicado en plena Rioja Alta. Sus desayunos, con pan y bollería casera recién traída de San Vicente de la Sonsierra, son una delicia.

Viajar

Una brújula que nos acerca a esos destinos, más o menos lejanos, que alguien, antes que usted ha tenido ya la suerte de pisar.

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