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Gracias a una campaña de financiación, Communist Daughter publica su segundo LP. Vídeo, letra e información.

Las texturas de su folk, a veces indie, a veces rock, provocan grandes emociones.

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La ciudad de Saint Paul es la capital y la segunda con mayor población del estado de Minnesota, en Estados Unidos. De allí procede Communist Daughter, la banda fundada por Johnny Solomon en 2009 y cuyo nombre procede del título de una canción del grupo de indie folk e indie rock de Ruston, Louisiana, Neutral Milk Hotel. El próximo 21 de octubre esta “hija comunista” publicará su largamente esperado segundo álbum, “The Cracks That Built The Wall”.

Todo empezó gracias al talento de su líder, Johnny Solomon, que hace ya unos cuantos años era un fijo en la escena musical de Twin Cities, el núcleo urbano formado por las ciudades de Minneapolis y Saint Paul. Solomon armó una banda llamada Friends Like These con la que se puso de gira y a cosechar elogios y buenas críticas, lo que presuponía una prometedora carrera. Sin embargo este genial músico se deslizó por la pendiente de las adicciones, aparecieron problemas mentales y todas las halagüeñas perspectivas se truncaron, incluso Johnny acabó primero en la cárcel y después en varias instituciones para tratar su drogodependencia. Tras esta trepidante vorágine de acontecimientos, Solomon recaló en una pequeña localidad en la frontera con Wisconsin, en donde prácticamente asumió que sus días de músico habían terminado. Afortunadamente no fue así.

Para empezar Johnny Solomon se trasladó a la ciudad y empezó a exorcizar sus demonios de nuevo a través de la música. Hubo muchas noches de escribir, componer, cantar y grabar canciones que hablaban de amores perdidos, de ocasiones desperdiciadas, de vidas truncadas. Cuando reunió suficiente material reclutó a unos cuantos amigos, puso todo en una cinta y publicó su álbum de debut, “Soundtrack To The End” en 2010. A ese proyecto le llamó Communist Daughter y se ganó el aplauso de la crítica y de los musiqueros aficionados al género. Ante la posibilidad de tener un futuro para su música, Johnny decidió detener todo y rehabilitarse definitivamente.

Dos años más tarde Solomon volvió en plena forma y con el refuerzo de su esposa, Molly Solomon, quien además aportaba voces al grupo en el que también aparecían el bajista Adam Switlickal, el batería Steve Yasgar, el guitarrista Al Weirs y el teclista Dillon Marchus. Con esta formación, Communist Daughter entró en el estudio y grabó un EP, “Lions & Lambs”, en el que volvían a dar muestras de su capacidad para transmitir una intensa emoción, producir hermosas melodías y relatar magníficas historias.

Desde el año 2014 empezaron a trabajar en su siguiente álbum, un disco en el que han volcado dos años de esfuerzo e ilusiones. Para conseguir el sonido deseado Communist Daughter contó con el productor Kevin Bowe (Replacementes, Meat Puppets) y entraron y salieron del estudio tantas veces que hasta se perdió la cuenta. Todo lo necesario hasta dar con aquello que precisaban, lo que las canciones requerían. Y finalmente lo lograron. Once cortes definitivos que mandaron a Nashville para que Andrija Tokic (Alabama Shakes, Benjamin Brooker) hiciera las mezclas finales y que en Nueva York, Heba Kadry (And You Will Know Us, Future Island) se encargara de la masterización.

Tras una campaña de crowdfounding “The Cracks That Built The Wall” está listo para salir al mercado, lo que ocurrirá el 21 de octubre. Communist Daughter es una grandísima banda de indie folk rock, con mucho carisma, con mucho sentimiento, con una tremenda carga emocional y musical. Les seguiremos muy de cerca.

La canción “Speed Of Sound” pertenece a su EP “Lions & Lambs” publicado por Grain Belt Records en 2012.

 

Man I hate this town
So I’m looking for the only way out
And the life I wanted years ago is maybe not the life I should have found

I still live for sound
But, lately all the people seem to talk too loud
And my feet are on the ground
But, all the words I say are coming out like crowds

They all know my name
And I don’t want the same
So I guess I better go

All those nights wasted on the speed of sound
I still think that I just might come around for one more

It’s always nice to blame
But, sometimes this life is certain like your name
And the louder that the songs get played the more those songs will start to sound the same

And I’m afraid I’ll stay
It’s not because of all of things that you would say
It’s cause every time I fall in love is another time I’ll watch you walk away

I’m not the same
Cause now I can’t change
So I guess I better go

All those nights wasted on the speed of sound
I still think that I just might come around, for one more

All those nights wasted on the speed of sound
I think I might not be around for one more.

The Music

Buenas canciones que te sacudan la monotonía. Algunas ya las habrás oído, otras serán nuevas. Ójala que con todas toquemos tu corazón.

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