David Díez: Creador.

Se dedica a crear cosas, inventar historias y como todos nuestros grandes talentos, a trabajar. Porque de soñar aquí, no come nadie.

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Hoy, miércoles 30 de mayo es un día importante.
No sólo porque, como todos los miércoles, presentamos un nuevo Talent, sino porque éste, el descubrimiento que queremos acercaros hoy, es realmente singular; tanto que hemos estado guardándolo, con mimo, y hasta con recelo, para disfrutar al máximo de sacarlo a la luz. Aunque, claro está, muchos son los que ya hace años le conocen y disfrutan de sus impagables ideas.

Pues vamos a ello, se trata de David Díez.
Ha trabajado como Director de Arte de Marlango, Christina Rosenvinge, Nacho Vegas y grandes campañas multinacionales que no viene a cuento recitar. Sí, pero lo que hace, a este madrileño de pelirroja barba espesa, fundamental en el futuro de la creación de nuestro entorno y/o país, es su mente libre y organizadamente infinita.

Se dedica a crear cosas, inventar historias y como todos nuestros grandes talentos, a trabajar. Porque de soñar aquí, no come nadie.

Desde que era niño y su madre, para que aguantara las misas a las que le llevaba, le daba un boli y un papel, David dibujaba mil inventos: batallas de doscientos soldados, sus propios aviones recortables reconstruibles, tarjetas de agente secreto plastificables y, como era de esperar, planos de inmensos y complejos castillos…

Fue un hermoso niño rubio y mofletón, que pintaba objetos que se encontraba, conchas, piedras (…) y se pasaba horas inventando juegos de construcciones sentado junto a su, también arquitecto, hermano Carlos, copiando planos con sus lápices de colores. “Él es la razón por la que soy arquitecto. Ahora con gran admiración por mi parte y después de muchos años lo ha dejado y es actor. Tal vez yo dentro de veinte años también lo deje.”

Declara, que le cuesta definirse, pero que si es necesario se mete en el alegre saco de los diseñadores y creativos, aunque además su expediente formativo afirme que es arquitecto.

Pero, más allá de lo que es, lo que ha estudiado o lo que querrá inventar en un futuro, centrémonos en lo que ha creado, en los frutos, ya palpables, de su labor; que al fin y al cabo, es lo que nos mantiene aquí reunidos.
En los últimos tiempos, David Díez ha creado DDZ, que tiene tres departamentos muy diferenciados: Beauty Lab DDZ, que está en proceso de maduración ya que requiere altas dosis de energía y de mimo, según afirma. Studio DDZ, que es la más faceta más asentada, con volúmenes de trabajo más estables y Pattern Factory DDZ que acaba de arrancar, prometiendo su presentación pública en otoño de 2012 y que a los fans nos trae de cabeza por no acabar de saber del todo de qué se tratará.
David es experto en esto, crear altísimas expectativas. Eso sí, jamás decepciona.

No deja un cabo sin atar, tiene eso que les falta a algunos de los artistas actuales, que es una pizca de sensatez y de “pies en la tierra” y eso, hace que sus proyectos vuelen, por carreteras aéreas seguras y a punto fijo.

No se ve haciendo algo distinto, lejos de sus películas, de sus videoclips, de sus fotografías o de sus montajes. Igual llevando un taller de carpintería sí sería feliz, pero está claro que terminaría siendo un enorme compendio de encargos maravillosos e indescifrables, es decir, otro Studio DDZ.

Los planes de futuro están claros:
Beauty Lab DDZ tiene tres grandes exposiciones por delante (la primera “Azul Marmota”, se inaugura este próximo jueves 31 de Mayo en el Espacio Bop de Madrid junto con obras de Ugo Martínez Lázaro, Mónica Montoya y Lucía Moreno) y Studio DDZ, que cada vez se aproxima más a la pequeña arquitectura: al frente, reformas de viviendas y nuevos espacios, restaurantes…

Le da paz observarse ocupado en el futuro: repleto de encargos, post it recordatorios, y trabajo, trabajo y más trabajo; soñar con seguir generando un contundente equipo y rodearse de gente que se apasione tanto como él por lo que hace.

Después de un recorrido de peso en lo laboral, afirma convencido que lo que mueve el mundo y a las personas es la energía y la ilusión, que la constancia es la mejor arma que puede acompañar a uno, y que en todo trabajo o proyecto el mimo es esencial.

“La realidad está plagada de «bellezas»: momentos, imágenes, estructuras.
Siendo honesto, para mi el arte sólo trata (o sólo debería tratar) de plasmar esto, de investigar sobre esa belleza existente, de intentar reproducirla, aprender de sus mecanismos.”

David es grande, luchador, despierto, concienciado con la realidad creativa del momento y sobre todo, un hombre que arriesga y que se la juega a cada paso. No le teme al porvenir, porque él se encarga de darle color y forma. Después de años gobernando el panorama artístico nacional, y no es esto una opinión, sino una mirada objetiva a vista de pájaro, eso sí; consigue ahora otorgarse así mismo sin requiebros el título de «artista», un artista que trabaja en Madrid y se centra en la búsqueda de la belleza pura, un tipo de belleza no vinculada a ningún tipo de contenido cultural, político o social.

David Díez, es un currante libre. Sí, eso aún existe.

daviddiez.com

beautylab.daviddiez.com/TheTwin/

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