10 aperitivos en Madrid sin salir de la Calle Ponzano.
Porque, por mucho que nos guste el brunch y por muy de moda que esté, hay días que lo que apetece es dejarse llevar por un clásico: la hora del aperitivo.
Hace ya un tiempo que, especialmente los fines de semana, nos hemos rendido al brunch, una costumbre británica que ha llegado a nuestros restaurantes con la firme convicción de quedarse en ellos; claro que ni todos los fines de semana son de brunch ni todos los días son fin de semana y una costumbre tan nuestra como es el aperitivo sigue, en realidad, tan de moda como lo ha estado siempre.
Un vermuth, una caña o una copa de vino con un pintxo o una tapa, con raciones para compartir, en la barra, en mesas altas, barriles o incluso sentados a la mesa; así son nuestros aperitivos, tan suculentos que a veces de tapa en tapa acabamos por saltarnos la comida porque no hay ya quien se siente frente a un menú de dos platos después de tanto aperitivo o nos llevan directos precisamente ahí, al menú que se sirve en sala.
Madrid, ciudad castella y castiza, es rica en locales en los que disfrutar de uno de esos aperitivos y, dado que ante la lluvia que ha venido a visitarnos -dicen que por nuestro bien…- seguro que no quieres dar demasiadas vueltas para ir de bar en bar. Por eso nosotros te recomendamos una calle, sólo una, para que disfrutes del aperitivo perfecto: aquí un pintxo, allí una tapa, en el tercero un par de raciones para compartir y en el cuarto algún bocado dulce para marcharte a casa con un buen sabor de boca.
A continuación tienes hasta 10 deliciosos bares y restaurantes ubicados en la calle Ponzano -el primero en el número 1, el segundo en el 8 y así uno tras otro por estricto orden en cuanto a su número de portal-.
Se presenta como un local de pinchos de autor con cocina de mercado de altísima calidad; su carta destila cierta base tradicional muy matizada por la fusión culinaria, así cuenta en sus especialidades con el tartar de atún o el tiradito de corvina y pulpo; no faltan tampoco la clásica tortilla o las croquetas ni tampoco propuestas sorprendentes como el mollete negro de calamares.
Es una tasca gaditana así que no puedes dejar de pedir alguna de sus propuestas de pescaíto frito, se sirven por tapa, media ración o ración completa y pueden ser de boquerones al limón, chocos de Huelva, salmonetes o acedías entre otras propuestas que pueden variar según la temporada y el día; nuestra recomendación es que pidas un Lambuceo marinero, se trata de una ración para 2 o 4 personas de un variado de pescaíto frito.
He aquí una moderna barra con cocina y posibilidad de degustación, sin necesidad de reserva como debe ser cuando hablamos del clásico tapeo de aperitivo; ten en cuenta que disponen también de una mesa de despiece, para disfrutar de un menú degustación en este espacio sí es necesaria reserva. Aquí podrás dejarte llevar por sabores como el del ceviche de corvina o el huevo campero con lagrimita de foie.
Aquí podrás degustar los sabores de la cocina castellana y española más clásica, desde unos callos a la madrileña a un picadillo de patatas fritas y pimientos de Padrón -sí, esos que ‘unos pican y outros non’-, chopitos, anchoas de Santoña, tortilla de patata, huevos rotos o croquetitas de jamón.
He aquí otra de las barras más recomendables de la calle Ponzano, aunque dispone también de sala en incluso de terraza; en la barra encontrarás un apetitoso surtido de tapas y raciones para compartir: almejas a la marinera, chipironcitos a la plancha, degustación de croquetas, empanada hojaldrada, pulpo… toda una fiesta gastronómica.
Dispone de una zona de barra y mesas bajas además de sala, es bar, restaurante y afterwork y por tanto un lugar al que sabes a lo que llegas pero no cómo vas a terminar; puedes comenzar por unos fingers de pollo con salsa de yogurt o una deliciosa quesadilla con aguacate, ambos platos para compartir.
Se presentan como un bistrot retro de estilo francés en su decoración; su cocina es de mercado pero también con un toque francés en su propuesta; por eso aquí podrás degustar ancas de rana o foie gras de Canard además de parmentier con huevo de corral.
Es un restaurante de esencia tradicional por lo que se presenta tanto como referente en cuanto a cocina de mercado como en el lugar ideal para los asiduos del tapeo y el aperitivo. Nos proponen raciones como las alcachofas a la plancha son salsa romescu, aceitunas aliñadas, gambitas de Huelva, huevos fritos con trufa y patatas paja o unas zamburiñas al Alvariño o pulpo a la brasa con ali oli casero.
Es una tasca de cocina artesana con guiños a la fusión gastronómica más moderna; nos proponen compartir platos tan apetecibles como las anchoas del cantábrico con tartar de tomate fresco y manzana, brandada de bacalao con tempura de berengena y vinagreta de miel o tabouleh de quinoa con hierbabuena y pico de gallo.
Aquí no lo dudes: pide atún rojo en mini tartar, sashimi o tataki. Claro que también puedes dejarte seducir por sus tortillitas de camarones, sus albóndigas de choco o huevos rotos con calamares.
Directos al paladar. Productos tan deliciosos como difíciles de encontrar “cocinados” o embotellados, en series limitadas, bajo la vigilancia de los expertos más selectos.
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