Opel Cabrio: sensación de libertad.

Dicen que los veranos paseando a bordo de un cabriolet son memorables y más si se hacen en buena compañía.

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I’m going up the country. baby, don’t you wanna go? I’m going up the country, baby don’t you wanna go? I’m going to some place where I’ve never been before. I’m going, I’m going where the water tastes like wine«. Canned heat, ese grupo, más bien, EL grupo de blues-rock-boogie formado en los ’60, década en la que nació el primer Opel Cabrio, suena como banda sonora del viaje que nos llevará up the country.

Dicen que los veranos paseando a bordo de un cabriolet son memorables y más si se hacen en buena compañía. El objetivo de todo viaje es el destino pero lo realmente importante es disfrutar del camino. Disfrutar del paisaje que se abre a sendos lados de la carretera, de la luz del sol que un día de julio se proyecta a las 10 de la mañana, disfrutar de tu programa de radio favorito en el coche y de la naturaleza a medida que la capital se queda atrás.

Conducir no es solo ir del punto A al punto B. Conducir es sentir el volante, controlar las reacciones del coche, la aceleración y la frenada, sentir las curvas y la adaptación a la carretera. Y disfrutar conduciendo es hacer kilómetros y salir de la montura sin una arruga en el pantalón, sin una gota de sudor: conducir sin que se note que lo haces.

Todo está en silencio dentro del Opel Cabrio gracias a su aislamiento térmico y acústico que se consigue, además, por su capota de lona que, por cierto, tarda tan solo 17 segundos en esconderse. Constituye así una nueva referencia en el mercado de la marca alemana. Atrás quedaron el Opel Käpitan en 1951, el Opel Rekord en 1967, los Kadett, los Monza o los más recientes cabrios. La marca del rayo desvincula el Opel Cabrio de modelos precedentes y le otorga entidad propia, 100 % nuevo.

Los descapotables han evolucionado mucho. Todos nos volvemos al ver un cabrio pasar, y si es de los de antes, con más motivo ya que de esos ya no hay muchos. Pero las ventajas existentes en los de ahora son todo un lujo. Ahora disponen de sistemas para controlar el calor, como aire acondicionado en el asiento, y para controlar el calor, como calefacción en el volante, lo que hacen que el Opel Cabrio sea apetecible también en invierno.

Hay quienes creen que los descapotables son símbolo de alto standing; otros los ven como objeto de deseo. Pero sin duda, conducir un coche a cielo abierto es símbolo de libertad.

Más información Prueba de Conducción Opel Cabrio

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