Reloj Rado DiaMaster Grande Seconde Los segundos son importantes para Rado.

Rado toma las riendas de los segundos automáticos en el reloj  DiaMaster Grande Seconde que tiene dos grandes esferas, una para las horas y los minutos y una segunda para marcar el compás de cada segundo y resaltar la importancia que tiene el tiempo.

Este reloj que tiene alma de clásico puede presumir de abanderar la innovación y de mostrar rasgos contemporáneos. Basta con contemplarlo con atención y no perder detalle del brillo de su caja, forjada en cerámica de plasma de alta tecnología –Rado fue la marca que introdujo la cerámica en la relojería-.

Los avances que está logrando la firma suiza con este material le permiten obtener el cálido brillo metálico que emana de la caja del reloj DiaMaster Grande Seconde, brillo y color que no se verán alterados por el paso del tiempo. Su ligera caja conservará siempre sus propiedades hipoalergénicas y no lucirá nunca ni un pequeño arañazo.

El color grisáceo característico que presenta la cerámica de estas dos nuevas versiones DiaMaster Grande Seconde se obtiene al introducir la cerámica de plasma de alta tecnología, que es de color blanco, en un horno especial a una temperatura de 20.000º.

El reloj del DiaMaster Grande Seconde expresa su elegancia con una caja monobloque de 43 mm, dimensiones correctas para las muñecas masculinas. Hay dos versiones para elegir: con una esfera blanca con decoración soleil y esfera plateada con decoración Clous de Paris. Tienen en común pequeños pero importantes detalles como las agujas de acero azulado, la escala de minutos en color gris, el contorno de plasma, la pulsera de cuero y… el precio: 2.920 €.

El mecanismo que articula el tiempo en estos dos relojes DiaMaster Grande Seconde es automático con 42 horas de reserva de marcha.

Con su carácter poco convencional, cualquiera de los dos relojes es el complemento perfecto de cualquier outfit masculino. Puede ser lucido en las jornadas de trabajo del hombre de negocios con un traje impecable, pero también combina con el look más informal de las horas de ocio.