Lawrence Durrell, narrador de lirismo impresionista. Biografía, citas, frases.

Lawrence Durrell nació en Julundur, India, el 27 de febrero de 1912.

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Lawrence Durrell fue el mayor de cuatro hermanos de padres que también habían nacido en la India colonial, aunque eran de ascendencia irlandesa e inglesa. Allí también nació su hermano menor Gerard, el famoso autor de libros de aventuras y animales. Lawrence estudió con los jesuitas en Darjeeling y posteriormente fue enviado al Reino Unido a estudiar en la escuela de Saint Edmund de Canterbury.

Fue agregado de prensa en Chipre, Atenas, El Cairo, Alejandría y Belgrado, director de relaciones públicas del protectorado británico del Dodecaneso y director de los institutos británicos de Kalamata, en Grecia, y Córdoba, en Argentina. Sin embargo, Lawrence Durrell jamás tuvo la ciudadanía británica y según parece, siempre se resistió a ser considerado como tal.

Inició su carrera como escritor a partir de la lectura de Henry Miller, gran amigo con quien se carteó durante más de veinticinco años, correspondencia que fue publicada 1963. Durrell comenzó a escribir poesía, pero fue su gusto por los ambientes mediterráneos, la estructura y estilo de su prosa los que llamaron la atención rápidamente. Las novelas Justine (1957), Balthazar (1958), Mountolive (1958) y Clea (1960) forman su célebre tetralogía El cuarteto de Alejandría, un impresionante despliegue de recursos literarios, personajes y atmósferas con la que afirmó su fama universal de gran narrador. Las cuatro novelas que componen el Cuarteto narran prácticamente el mismo periodo y los mismos acontecimientos. Sin embargo, Durrell hace que cada novela resulte diferente, como si fuese una historia distinta la que se cuenta con los mismos personajes.

La magia de su lenguaje, evocador, sensual e impresionista, quedó aún más patente en el Quinteto de Aviñón, formado por las novelas Monsieur o el principio de las tinieblas (1974), Livia o enterrado en vida (1978), Constance o las prácticas solitarias (1982), Sebastián o el dominio de las pasiones (1983) y Quinx o el relato del asesino (1985), en el que un grupo de amigos se reúne en una casa de Aviñón. Dos ciclos en los que Durrell demuestra que puede equiparársele sin temor alguno con Marcel Proust, James Joyce, Marguerite Yourcenar, William Faulkner y otros indiscutibles maestros del arte de escribir novelas que deben, sin duda, ser recordados.

Sus Citas y Frases célebres

  • La ciencia es la poesía del intelecto y la poesía es la ciencia del corazón.
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    “La ciencia es la poesía del intelecto y la poesía es la ciencia del corazón.”

  • Una ciudad se hace un mundo cuando uno ama a uno de sus habitantes.
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    “Una ciudad se hace un mundo cuando uno ama a uno de sus habitantes.”

  • Con una mujer sólo se pueden hacer tres cosas: quererla, sufrir o hacer literatura.
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    “Con una mujer sólo se pueden hacer tres cosas: quererla, sufrir o hacer literatura.”

  • Como todos los jóvenes arranqué para ser un genio, pero afortunadamente la risa intervino.
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    “Como todos los jóvenes arranqué para ser un genio, pero afortunadamente la risa intervino.”

  • La historia es una repetición interminable del modo de vida equivocado.
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    “La historia es una repetición interminable del modo de vida equivocado.”

  • No es el amor lo que es ciego, sino los celos.
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    “No es el amor lo que es ciego, sino los celos.”

  • La música se inventó para confirmar la soledad humana.
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    “La música se inventó para confirmar la soledad humana.”

  • Un crítico es una lombriz de cebo en el hígado de la literatura.
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    “Un crítico es una lombriz de cebo en el hígado de la literatura.”

  • La verdad desaparece al decirla.
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    “La verdad desaparece al decirla.”

  • Una idea es como un pájaro raro que no se puede ver. Lo que uno ve es el temblor de la rama que acaba de abandonar.
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    “Una idea es como un pájaro raro que no se puede ver. Lo que uno ve es el temblor de la rama que acaba de abandonar.”

  • Para dos intuitivos el lenguaje es un obstáculo, un burdo impedimento.
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    “Para dos intuitivos el lenguaje es un obstáculo, un burdo impedimento.”

  • La vejez es un insulto, es como ser abofeteado.
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    “La vejez es un insulto, es como ser abofeteado.”

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